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Los teléfonos inteligentes no solo cambiaron la forma como nos comunicamos, también la manera como jugamos. Tener un móvil permite acceder a un sinnúmero de elementos entre los que están los videojuegos que toman fuerza como aplicaciones y las cifras demuestran que van en serio.
Durante mayo de 2016, según la empresa especializada en inteligencia de mercado Superdata, los juegos Clash Royale y Clash of Clans ganaron 193 millones de dólares entre los dos, que los ubica entre los cinco primeros del ranking que lidera Monster Strike.
Esto hablando solo de los juegos nacidos en los celulares. Pero si se pregunta por los nacidos en las consolas como Sonic, Hitman, Digimon o Final Fantasy nos damos cuenta de que la tendencia es real y que los videojuegos parecen migrar poco a poco hacia el universo de los móviles. ¿Será ese el futuro del entretenimiento digital y las consolas morirán? Esa es la pregunta a responder.
Las opiniones están divididas. Amantes de los videojuegos que crecieron teniendo como pantalla el televisor opinan que teléfonos inteligentes y consolas se están unificando y que por el contrario vivirán juntas; mientras que otros afirman que está cerca la muerte de las consolas de mesa.
Para Marcos Dopazo, empresario español y miembro del podcast especializado en videojuegos En el punto de mira, en Japón ya sucede que la gente juega más en sus teléfonos que en las consolas. El celular facilita el juego porque siempre está con la persona.
Como empresario dice que la lógica dicta que hacer juegos para estos es más económico que para consolas y por ello las empresas tradicionales como Konami, Sega, Nintendo y Square Enix, por decir solo algunas, tienen ya varios de sus juegos en aplicaciones móviles.
“Sin embargo, como aficionado no me gusta en lo que se está convirtiendo el mundo de los juegos de video ya que soy de quienes iniciaron con el Atari 2.600. No obstante es el público quien con sus compras dicta sentencia”, explica Dopazo.
Respecto a que dejen de hacer consolas o juegos para las mismas por centrarse en los celulares, su respuesta es un no. Aunque augura que la industria camina hacia los sistemas de entretenimiento digital más cerrados, es decir, de arquitectura cerrada, que te obligan a tener ese PC o esa consola para jugar un juego en específico.
“Digamos que la realidad virtual y la mayor resolución en las gafas VR que requieran hardware potente de procesador podría hacer que duren más estos dispositivos. ¡Pero vamos!, a las consolas como tal les quedan solo un par de generaciones más”, manifiesta Marcos.
Es indiscutible que los videojuegos ahora son mucho más populares por su llegada a los teléfonos y Pokémon Go es un ejemplo. Hace casi un mes muchos no conocían quién era Pikachu, Charmander o Zubat. Ahora millones saben de ellos y de sus cientos de amigos y evoluciones.
Pokémon Go, solo en Estados Unidos, tiene activos a más de 21 millones de usuarios, convirtiéndose allí en el juego para celular más popular, dejando en segundo puesto al hasta ahora indestronable Candy Crush, que llevaba en la cima desde 2013, según datos entregado por la firma Survey Monkey Intelligence.
Si bien los celulares no fueron pensados para jugar, y aunque siempre han tenido una relación –recuerde la culebrita en el 1100–, cada vez se adaptan más a las necesidades de los videojuegos.
Para el coleccionista de videojuegos y negociador internacional, Pablo Arango Álvarez, por mucho que un juego sea popular y cada vez más las desarrolladoras tradicionales decidan también hacer juegos para los teléfonos inteligentes, consolas como la Playstation 4, la Xbox One o la Nintendo Wii U seguirán contando historias de Mario Bros., Marcus Fénix y Kratos, el Dios de la guerra.
Su teoría expone que los dos mundos, celulares y consolas, se están unificando hasta cierto punto y que la situación también radica en el perfil del jugador.
Lo indica desde su experiencia, ya que vive en Japón hace seis años y como coleccionista y videojugador sabe de la importancia del país oriental en los juegos.
“No creo que las consolas de mesa desaparezcan, y creo además que la conectividad inalámbrica, los procesadores más pequeños y rápidos, los discos de estado sólido y los avances en nanotecnología y baterías ya transforman los dispositivos portátiles (celulares, PSVita, Nintendo 3DS etc.) en consolas de mesa gracias a la conectividad que tienen a pantallas”, expresa Pablo.
Agrega que el perfil de los jugadores es clave para entender que así haya un boom de juegos para celular y las empresas miren hacia ese sector, las consolas seguirán vivas, a pesar de que en Kioto, ciudad donde vive, el 90 por ciento de las personas que van en metro están mirando su celular, sobre todo jugando puzzle.
“Las personas que usan los dispositivos portátiles son jugadores con un perfil más casual y muy rara vez veo a alguien comprar por ejemplo un iPad para jugar. En mi caso, que no soy jugador casual, me gusta jugar en mi televisor. Los juegos en general solo han ganado adeptos gracias a la tecnología de los celulares. No obstante, a quienes nos gustan de verdad seguiremos con las consolas de mesa, en tanto ya trasciende a ser un pasatiempo”, asegura Pablo.
No obstante, es innegable el éxito en móviles. La empresa japonesa desarrolladora de software Sega, quien se hizo popular por su personaje Sonic, ha tenido un relativo éxito en los juegos para teléfonos inteligentes.
Sonic Dash, que fue lanzado en 2013, es uno de esos ejemplos, el cual hasta el momento tiene más de 100 millones de descargas según Google Play.
Lo mismo se puede decir de la saga Final Fantasy, que tiene varios de sus juegos en las tiendas de aplicaciones. Y aunque no tiene el mismo número de descargas que Sonic, también son ejemplo de la migración de los videojuegos a los teléfonos.
Casos que muestran cómo los juegos en celulares y en consolas pueden convivir, cada uno con su público objetivo.
Así lo manifiesta el crítico de juegos de video y cómics Gabriel Gamora, quien opina que no es que todo el mundo del entretenimiento digital vaya a vivir de los celulares, sino que es una plataforma más en la que las empresas pueden poner sus desarrollos.
“Son mercados con diferentes dinámicas y van en paralelo. Aunque luego uno se nutra del otro, como el caso Pokémon Go, Hitman Go o Tomb Raider, estos dos últimos, creaciones de Square Enix, que distan mucho de ser grandes producciones”, expresa Gamora.
Agrega que los juegos triple A en móviles se cuentan con los dedos de las manos. Además, muy pocas desarrolladoras grandes como por ejemplo Naughty Dog, creadora de Uncharted, nunca han hecho aplicaciones para teléfonos inteligentes.
Juegos como el Max Payne Mobile o el Mortal Kombat X son algunos de esos pocos triple A que se asoman en los móviles, pero que los jugadores prefieren jugar en las consolas.
“Quizás muy a largo plazo los teléfonos inteligentes sean un posible reemplazo natural de las consolas portátiles, pero para eso creo que faltan aún varios años. Y para que las consolas de mesa caigan frente a los celulares, creo que no están ni cerca así jueguitos como Candy Crush generen más plata que cualquier Dark Souls”, concluye.
En fin, a pesar de que algunas cifras digan que las ventas de juegos para móviles han bajado, como lo sostiene Superdata, quien en su último estudio indicó que bajaron de 3.000 millones de dólares de ventas mensuales a 2.600 millones en mayo, los videojuegos en celulares siguen creciendo.
Las empresas saben del potencial que tiene este sector, pero no por ello van a dejar de lado los grandes juegos que pueden hacerse en las consolas. En un móvil cualquier persona se puede sumar a jugar, en cambio los usuarios más especializados seguirán buscándolas.
Porque los públicos son diferentes y como reitera Pablo Arango, es más fácil que un jugador de consola de mesa se pase a PC, que a un teléfono.