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Countryman S, cuando más es Mini
Este Lord que ahora nace bajo techo alemán y de corazón japonés, se renueva en tamaño y tecnología. Fuerte competidor dentro del segmento de los SUV al que se accede por $122.900.000 en su versión Chili.
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FOTO CORTESÍA -
El sistema de alarma antirrobo incluye luz de estado LED roja en la aleta del techo. FOTO CORTESÍA -
Detalles de la palanca de cambios, el selector de modo de manejo y el botón de activación del freno de mano. FOTO CORTESÍA -
Volante multifunción con paletas de cambios. FOTO CORTESÍA -
La nueva geometría de las luces delanteras. FOTO CORTESÍA -
La pantalla central táctil sirve también como asistente de movilidad personal. FOTO CORTESÍA -
FOTO CORTESÍA
Abordar la segunda generación del MINI Cooper Countryman S es una gran sorpresa, y aunque exagerando un poco, el acceso a este modelo se puede recrear con una escena de la saga de Harry Potter en la que el mago y sus amigos entran en una pequeña carpa durante la convención de magia, y una vez se traspasa la entrada, la pequeña tienda se convierte en una gran salón. Esa la sensación que transmite la primera vez que se ingresa a este modelo deportivo-utilitario de MINI.
Visualmente, su carrocería refleja un volumen más grande respecto a los de su generación (creció 20 cm de largo y 3 cm de ancho respecto a la anterior versión de 2010), y mejora también la capacidad de almacenamiento para el equipaje, que se puede prolongar desplazando las sillas traseras o abatiéndolas total o parcialmente. Todo esto contrasta con la histórica vocación de auto compacto de los MINI que encuentran en esta versión, la más grande de la marca británica en sus 57 años de producción.
Un exterior más expresivo
Tratando de mantenerse fiel al diseño tradicional de los MINI, el exterior del Countryman S muestra en general líneas de diseño más pronunciadas, a fin de destacar su vocación de SUV (Sport Utility Vehicle). Apoyándose en una reducción de las ventanas laterales que refuerzan la sensación de un mayor volumen. La altura sobre el piso también se modificó siendo consistente con el carácter dual de citadino y aventurero que se le dio al Countryman S.
En el frente la novedad la aportan las nuevas luces que abandonan su tradicional forma circular dando paso a faros led, de diseño ovalado y asimétrico que da continuidad a los trazos extendidos de la parrilla del radiador. En cuanto a la parte posterior de la carrocería, sobresale el contraste de las marcadas líneas horizontales con las luces traseras en vertical.
Confort y equipamiento
Se destaca el espacio para piloto, copiloto y los 3 ocupantes de la banca trasera. Estos últimos pueden viajar de manera cómoda sin sacrificar rodillas o cuello. Para los de adelante el espacio también es generoso y en el caso del piloto la posición de manejo es más elevada de lo normal –derivada del mayor volumen de la carrocería– para facilitar la visibilidad al conducir.
Los asientos delanteros cuentan con diferentes regulaciones en profundidad y altura y en las versiones más equipadas de la gama pueden ser memorizadas –en el caso del conductor– y se complementa el interior con un trabajo de tapicería y acabados de gran factura y detalle.
En cuanto a equipamiento se encuentran dos versiones, la de entrada es la Pepper y la tope de la gama es la Chili. Se destaca el volante multifunción, el climatizador automático bi-zona, el techo de cristal panorámico, el accionamiento eléctrico del capó trasero para apertura y cierre y la posibilidad de contar con tracción total.
En el apartado digital una de las mejoras esta en el computador central o Mini Connect, cuyo tamaño llega a las 6,5 pulgadas y se encuentra enmarcado por un aro de iluminación led que varía de acuerdo a la forma e intensidad de manejo. Su pantalla ahora es táctil y adicionalmente puede ser operada desde una perilla de control ubicada en la columna central junto al control de cambios y el freno de estacionamiento. Este último es eléctrico y se activa o desactiva con solo pulsar un botón.
El MINI Countryman S cuenta adicionalmente con asistente de parqueo, cámara de reversa y opción de apertura automática del baúl sin contacto. En cuanto al entretenimiento, el sonido es uno de sus fuertes y se destaca por su calidad a cargo de un radio Mini Boost con opción de sistema de altavoces Harman Kardon.
Manejo suave y obediente
Las sensaciones de manejo las provee un motor a gasolina Mini Twin Power Turbo desarrollado por Toyota. Aunque con algo menos de brío que sus hermanos ‘menores’, esta máquina de 4 cilindros y 2,0 litros produce unos 192 caballos de potencia, que a pesar del mayor volumen y peso, no logran empañar la agilidad en la respuesta. Acelera de 0 a 100 km/h en un tiempo de 7,2 segundos.
Esta versión se mueve con una caja de cambios Steptronic Sport de 6 Velocidades que incluye levas de mando en el volante y tres modos de manejo (estándar, deportivo y ecológico). La dirección es electromecánica con función servotronic y como es tradición de la marca, el auto responde muy bien al pedal del freno. Calzado con llantas de aleación ligera y rines de 18” que sortean bien los obstáculos sobre el pavimento o el terreno destapado.
La suspensión lo hace un carro muy estable y obediente. Cuando se saca fuera de la ciudad responde aunque cuando la exigencia es a fondo en terrenos destapados se sienten los amortiguadores que llegan a alcanzar su máximo tope. Para la versión top de la serie se ofrece el control electrónico de regulación de amortiguadores que pueden ser activados desde el computador central.
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