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Torres llenas de bestias que atacan con flechas desde la cima, mientras las máquinas se abren paso entre los flechazos y la furia de hombres lobos y trolls.
¡Debemos acabar con los hechiceros, nos están acorralando! Grita el comandante de los robots, que no pierde la esperanza de ganar la batalla.
De esta manera se reproduce una partida de Warmachine Hordas en la imaginación de miles de jugadores en el mundo y en la comunidad que Medellín ha ido construyendo de este juego de figuras en miniatura, en el que la mesa se convierte en un verdadero campo de batalla. Como este juego hay cientos que usan la mesa como espacio para dar rienda suelta a la intensa imaginación.
En unos la estrategia es lo primero, contando con un buen mazo de cartas que puedan detener a los dragones blancos de ojos azules. En otros, la idea es pasar un buen tiempo de risas con la familia sin pensar tanto.
En Medellín, la comunidad de juegos de mesa crece y ya no solo se juega a Tío Rico, al Monopolio, al póquer o al Uno. La oportunidad de importar y el crecimiento de la comunidad que disfruta de otros estilos como los juegos de cartas coleccionables, entre otros, abrieron el abanico.
Jhon Restrepo se convirtió en fanático durante su época en el colegio e inició una carrera como duelista profesional del juego de cartas coleccionables Yu-Gi-Oh! Recuerda que un día sus compañeros llegaron hablando sobre una serie de anime en la que unos chicos jugaban a las cartas invocando personajes y magias.
“Empecé a ver la serie y aprender sobre el juego de cartas. Al hacerse popular empezaron a vender las cartas y aunque las primeras que compré eran copias luego me hice a un mazo original que por allá en 2003 me costó unos 90.000 pesos”, explica mientras que juega en Draco Hobbys una partida con su compañero Duvalier Serna, entrenando para el campeonato nacional que será en este mes.
Añade que estuvo ausente de la comunidad de cartas coleccionables cuatro años, desde 2008 a 2012, cuando llegó el evento oficial de Yu-Gi-Oh!, lo que le dio el empujón para regresar y hacerse todo un competidor. Una historia parecida a la de su compañero de duelos Duvalier, quien inició en 2009 y que ya ha competido en los nacionales.
“Yo soy muy dado a los juegos de estrategia, por eso me atrapó muy fácil Yu-Gi-Oh!”, cuenta Duvalier mientras me muestra su carta más preciada.
Así como Jhon y Duvalier, varios fanáticos de cartas coleccionables se reúne en Draco Hobbys para entrenar, competir en campeonatos o tan solo para jugar de manera casual.
Un lugar en el que Magic: the gathering es el juego de cartas más popular, un multiverso en el que el jugador se convierte en un planeswalker y crea su mazo para combatir contra los otros magos.
David Correa, administrador de Draco Hobbys y fanático de Magic, ha visto crecer la comunidad de seguidores gracias a espacios como el que administra y a juegos como Magic que atraen a los fans de la estrategia.
“Magic nace en 1993 y en mi opinión es el mejor juego de cartas coleccionables por su mecánica elegante. El nivel de refinamiento que tiene la estructura del juego no la tiene otro. Además cada cuatro meses hay nuevas cartas lo que permite mantener un mazo actualizado”, dice David.
Agrega, que a diferencia de Yu-Gi-Oh!, Magic es de duelos más largos, estratégicos, mientras que el juego japonés es más de respuestas, de toma y dame por decirlo de alguna manera.
“Además, con este juego hay algo especial, como lo dice uno de sus diseñadores, Mark Rosewater: ‘un mismo juego puede ser atractivo para diferentes personas en diferentes facetas. No todos disfrutan del juego de la misma manera y eso está bien. Es por eso que Magic lo juegan desde el que solo lo hace por competir, el que conoce toda su historia y hasta el que le gusta su arte’”.
Ahora bien, dentro de los juegos de mesa como lo hemos visto en este artículo existen un sin fin de posibilidades, donde se combina el azar con los tableros, la estrategia y la diversión para la familia.
Así piensa el creador del grupo Board Games del Sur, Daniel Rojas, quien desde el municipio de Caldas empuja a novatos y experimentados en juegos que van desde el monopolio hasta Los Colonos de Catán, en el que la estrategia vuelve a jugar.
“Están los party games, que son para reuniones familiares y de amigos; luego están los ameritrash y los euros, donde estos últimos generalmente son de gestión de recursos y colocación de trabajadores, y en ellos la estrategia y la habilidad del jugador son la clave para ganar, mientras que los ameritrash tienen mecánicas más ágiles y simples, y dependen mucho del azar (generalmente a través de dados), lo que no gusta mucho a los más puristas”, dice Daniel.
Su grupo ya suma 65 personas en la red social Facebook, y aunque cuando se reúnen para jugar no llegan todos, sí hay jornadas de 8 a 10 personas en las que deciden qué juegos conocer. Star Wars Imperial Assault, King of Tokio, Las Leyendas de Andor, Zombicide, entre otros, son los más populares tanto para la familia como para experimentados.
Y a pesar de que la tecnología cambia la forma en que vivimos y jugamos, la mesa tiene mucho espacio para el entretenimiento como lo cree Daniel. Incluso, los juegos de mesa son son una excusa para conocer el carácter de las personas: “puedes darte cuenta de que tu compañero, que parece calmado, es competitivo”, concluye entre risas .