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Diez señales para saber si su relación es tormentosa

  • FOTO Shuttterstock
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20 de mayo de 2015
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Una relación se denomina tormentosa cuando afecta la salud física o mental de una persona debido al vínculo malsano con su pareja.

Los problemas que convierten una relación amorosa en una tormentosa pueden venir, según el sicólogo David Rolong Schweiger, de modelos que una de las personas vivió en su hogar como el machismo o el maltrato que posteriormente generan costumbres y episodios de violencia.

Rolong sostiene que estos comportamientos tienden a ser interiorizados por ambas partes: el que agrede y el agredido. El primero pasa a sentir que tiene derecho sobre el otro y el segundo que debe ser lo que el otro le diga sin importar cuál sea su voluntad.

“Encontramos en la víctima una incapacidad de diferenciarse como persona, alguien que no ve más allá de su relación, de su pareja y de las obligaciones que siente tener con el otro” afirma el sicólogo.

Aquí presentamos algunas señales para saber sí su relación es tormentosa.

1. Posesión: controlan los ambientes familiares, educativos, laborales y personales de la pareja, impidiendo su desarrollo integral, afectando la relación con su entorno y otras personas de su vida.

2. Chantajes sexuales: cuando alguien se ve sometido constantemente a tener relaciones sin su consentimiento, lo que puede traer graves consecuencias en cómo la persona empieza a verse y sentirse respecto a su pareja y los demás.

3. Ataque al autoestima: cuando el agresor genera un efecto negativo sobre la seguridad, confianza, autoimagen y el amor propio de su pareja.

4. Menosprecio: cuando la pareja está sometida a comentarios violentos que buscan menospreciar sus capacidades, impidiéndole a su vez el crecimiento personal y profesional.

5. No ver más allá de su pareja: la idea de no vislumbrar otras posibilidades en la vida que no estén ligadas con su pareja, una ceguera sentimental que hace pensar que sin la otra persona nada tendría sentido.

6. Resignación: la sensación de que la situación “debe ser así” y que hay “cosas peores”, ante la esperanza de un cambio o la resignación de que la pareja es así y eso justifica sus malos tratos.

7. Manipulación: casos en los que el agresor ante la posible sensación de abandono, manipula a su pareja aludiendo a que atentaría contra su integridad en caso de quedarse solo.

8. Peleas reiterativas: si bien en las relaciones de pareja también se presentan conflictos, en un relación tormentosa las peleas se vuelven lo cotidiano.

9. Invasión a la privacidad: Conocimiento de contraseñas y contenidos privados bajo el pretexto de “sí nada debe, nada teme”. No se respeta ningún espacio ya que estas personas consideran que tienen derecho a saber todo sobre el otro y la persona afectada siente el deber de suministrar toda la información que su pareja requiera.

10. Control. Finalmente cuando una persona busca controlar su expresión verbal, forma de vestir, actuar, relacionarse, se está construyendo una relación con graves afectaciones para la salud sicológica.

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