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Mide hasta 190 centímetros y puede llegar a los 125 kilos de peso. Es el oso andino o de anteojos.
Este emblemático animal de las regiones andinas tiene ahora quién se apersone de él.
Su cuidado será base de la naciente Fundación del Grupo Argos, que se alió con Wildlife Conservation Society y Parques Nacionales para desarrollar un proyecto a cinco años.
“Es una especie vulnerables. Hacia 2030 podría haber 30 % menos de osos”, dice María Camila Villegas, directora de la Fundación.
La presión del hombre sobre su hábitat, que poco a poco se apodera con la agricultura y la ganadería de las alturas donde ha vivido, lo afecta.
Vive también en zonas semiáridas y en los bosques húmedos de las cordilleras.
Para comenzar, se definió un núcleo donde se desarrollará el proyecto, que luego se puede extender a otras regiones y, también, a otras especies. Se trata de los parques Farallones, Tatamá y Munchique en el suroccidente del país.
Allí en 1,8 millones de hectáreas se realizará el diagnóstico de la población de osos, su número y estado del hábitat. Aunque los parques son figuras protegidas, los alrededores sufren la presión humana.
La idea es determinar dónde y cómo se da ese conflicto hombre-oso, restaurar el ambiente y monitorear, explicó.
Este oso es el único oso nativo de Suramérica y es endémico de Los Andes tropicales. Su distribución, dice un informe de la Fundación, “se solapa con los ecosistemas de bosques subandinos, andinos y páramos”, que sufren niveles más altos de transformación y fragmentación por el incremento de la frontera agropecuaria, el desarrollo de megaproyectos como hidroeléctricas, embalses y vías.
El oso es importante para los ecosistemas al ser gran dispersor de semillas. Es una especie sombrilla: “su protección y la de los ecosistemas en los que habita significa la conservación de otras especies de flora y fauna altamente estratégicas para la vida de los bosques andinos y los páramos”, en palabras de Padú Franco, director de WCS Colombia.
El proyecto trabajo constante con las comunidades para un uso mejor de la tierra o definir otras alternativas de vida.