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A los milenials, esos jóvenes que tienen entre 24 y 36 años y que son considerados la mayor fuerza laboral del planeta por estos días, les quedan grandes ciertas tareas.
Esta generación, una que califican entre lo malo y lo bueno, desde perezosos y egoístas, a multitarea y emprendedores, ha sido objeto de estudios en los últimos años con el fin de identificar quiénes son, cuáles son sus aspiraciones en el mundo, qué los motiva, qué compran y qué usan, entre otras investigaciones para las que han servido como ratones de laboratorio.
Algunos de los que se han hecho tuvieron como objetivo identificar qué sabe o no hacer esta generación, que no realizarían tan bien como sus padres o abuelos, por ejemplo, cocinar o cambiar una llanta, tareas para los que estos jóvenes parecen no tener muy buenas habilidades.
Si su rango de edad está entre los 24 y 36 o conoce a alguien con esos años, ¿qué tan milenial creería que es si no sabe hacer esto?
Esta sería una tarea a la que cualquiera tendría que enfrentarse. Según una investigación de la Universidad de Missouri (MU) de 2014, los jóvenes tienen un “dominio significativamente menor” de ese talento comparados con los baby boomers o personas que nacieron entre 1945 y 1964.
Esa misma incapacidad la demostraron para doblar su ropa; tampoco son buenos limpiándola tan bien como lo harían sus padres, cualquier prenda blanca podría ser fácilmente amarilla después de algunos meses de uso.
Pamela Norum, profesora del departamento de Gestión Textil y de Vestuario en la Facultad de Ciencias Ambientales Humanas de la MU, fue la encargada de hacer la investigación.
Según ella, que los milenials no sepan coser un botón o lavar bien su ropa es un grave problema, ya que contribuyen con mayores cantidades a las miles de toneladas de desperdicios textiles al año, pues si se les cae uno no lo cosen, sino que botan la prenda. Para ella, esas costumbres que tradicionalmente se aprendían en la escuela secundaria, simplemente se han perdido.
Si a un joven de ahora se le pincha una llanta de su automóvil tendría que llamar a sus padres o al seguro del vehículo. Por lo menos tres cuartas partes de esta generación admitieron que no tienen idea de cómo hacerlo.
A esa conclusión llegó el programa Flipping Bangers, que se estrenó este año en la televisión de Reino Unido.
Según el show, un poco más de un tercio de los milenials admitió que abrir el capó del carro sería una tarea difícil para ellos, y solo la mitad de esa generación menor de 35 años sabe cómo controlar y recargar el nivel de aceite de su vehículo.
Flipping Bangers apuntó en su investigación otro dato: que el 63 % de estos jóvenes nunca ha intentado reparar o modificar su propio carro.
Requerimientos como cambiar un bombillo son todo un reto para quienes nacieron entre 1982 y 1994. Seguro entonces hacen una búsqueda en Google en la que preguntarán cómo hacerlo. Intente la pregunta tanto de la llanta como de ese elemento para proveer energía y ahí está: 9.320.000 resultados para este último.
Así le sucede a los jóvenes londineses, según concluyó un estudio de la compañía británica Corgi HomePlan. De acuerdo con ellos, uno de cada ocho milenials no sabe hacerlo y uno de cada cinco culpa a sus padres por no saber cómo ejecutar ese tipo de tareas.
Un poco más de la mitad de los consultados en el estudio además manifestaron no ser capaces de poner papel de colgadura en sus casas. Eso lo harían los papás.
¿Cómo preparar unas papas asadas? Esa fue una de las preguntas más comunes que los de esta edad le hicieron a Google en 2015.
Un estudio del gigante tecnológico junto con la compañía de publicidad Macgarrybowen y la empresa productora de alimentos Kraft Foods dio entre sus resultados que personas entre 24 y 36 años prefieren cocinar con el celular o la tableta en la mano, mientras que las mayores de 35 optan por imprimir la receta.
Ir al buscador para que este les muestre una guía del plato que tienen en mente es el resultado de su desconocimiento para cocinar. Sin embargo, el mismo estudio demostró que son los más hambrientos por saber cómo hacerlo y los que prefieren el proceso de trabajar en su plato comparado con tenerlo listo, pues lo que más les interesa es experimentar y ver qué podría salir de eso que están preparando.
“Los milenials hacen muchas preguntas en la cocina, pero tal vez ninguna más que ¿dónde pongo mi teléfono para no ensuciarlo?”, señala el estudio. Otras de las búsquedas más repetitivas son ideas para cena y recetas saludables.
Google también señaló que aunque a casi un tercio de los jóvenes de esta generación no les guste escoger qué cocinar, eso no les impide ser creativos.
“Nuestra investigación muestra que, para una cuarta parte de ellos, lo más importante es agregar un toque personal para que la receta sea única”.
No obstante, eso solo lo hacen los interesados en la gastronomía, y parece que son pocos: otro estudio comisionado por Porch.com, una compañía dedicada a soluciones del hogar, concluyó que el 60 % de los milenials ni siquiera sabe hacer un aderezo para ensalada, algo que podría ser bastante sencillo. Ese mismo porcentaje de jóvenes no sabe partir un pavo de los que se usan en Acción de Gracias en Estados Unidos.