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Las reglas del matrimonio de la mujer más celosa del mundo
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Foto: dailyrecord.co.uk
Debbi Wood, de 43 años, conocida como “la mujer más celosa del mundo”, se casó en noviembre de 2014 con Steve Wood, el hombre con el que salía desde el 2011.
Este hombre de 31 años afirma que se ha acostumbrado a que Debbi lo someta a ciertas pruebas diariamente para comprobar su fidelidad y dice que la enfermedad que ella padece, el síndrome de Otelo -que provoca celos delirantes-, no será impedimento en su amor.
“Estoy dispuesto a aguantar, porque sé que somos almas gemelas. Ella es tan especial para mí y un poco de celos aquí y allá no va a cambiar eso”, sostiene Steve.
Lo que hace para comprobar su amor
Antes de casarse la mujer se cambió el apellido para que las personas supieran que Steve ya estaba comprometido y que sería su esposo.
Por sus celos obsesivos Debbi tiene que comprobar varias veces al día que su ahora esposo le es fiel. Revisa las cuentas de correo electrónico, el teléfono y los estados bancarios de Steve.
Así mismo le tiene prohibido ver mujeres en revistas y en programas de televisión. Ella instaló filtros de seguridad para niños en su computador portátil y el teléfono móvil para que no pueda ver imágenes explícitas de mujeres.
Debbi comentó que un día se alarmó porque Steve estaba viendo una comercial de una rasuradora femenina, por lo que podría estar mirando a la mujer que aparecía en pantalla y pensar que era sexy, lo cual la irritaba.
Su historia
De acuerdo con el Daily Mail, la mujer conoció a Steve en 2011 a través de Facebook, cuando un amigo los presentó por medio de la red social.
Después de intercambiar varios mensajes, ambos decidieron encontrarse.
“Yo sabía que estábamos destinados a estar juntos cuando compartimos nuestro primer beso bajo el Puente de Londres. No era mi intención enamorarme de nuevo después de mi última relación, pero Steve me robó el corazón”, señaló Debbi.
La pareja se fue a vivir junta y fue allí cuando se intensificaron los celos de la mujer, quien dice que la enferma pensar siquiera que él podría encontrar sexy a otra mujer.
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