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Tatuarse por primera vez representa un cambio para una persona. Tanto la elaboración como el cuidado presentan riesgos que se deben asumir de la mejor manera.
Sandra Catalina Guerrero, la coordinadora de Investigación y Semilleros de Investigación de la Facultad de Instrumentación Quirúrgica de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, fue reconocida hace pocos días en el III Encuentro Nacional de Semilleros de Investigación, por la elaboración de su investigación ‘Conocimientos y competencias en técnica aséptica y bioseguridad en el personal de centros de tatuado y salones de Belleza de Bogotá’. De ese estudio ella concluyó las recomendaciones principales.
“En nuestro trabajo evaluamos la técnica aséptica de estos lugares y vimos cómo estaba la normativa en la ciudad y en el país. Tenemos como resultado que los tatuadores tienen un buen proceso de desinfección y bioseguridad, aunque ello depende mucho de calidad del centro de tatuado”.
Guerrero explicó también que los tatuadores deben tener conocimientos de anatomía, fisiología, esterilización, desinfección y, mínimo, 500 horas de experiencia para desempeñarse. “Además, el 98 % de los sitios tienen un esterilizador, certificación de manejo de elementos corto punzantes, pero quieren mejorar en las técnicas de lavado de manos”.
El siguiente es el listado de recomendaciones hechas por la experta:
1. Tener el cuenta los riesgos
Para evitar repercusiones en la salud, como granulomas, inflamación, hongos o reacciones alérgicas, hay que tener cuidado que sean desinfectados todos los espacios, que todo esté señalizado y que haya comunicación clara entre el tatuador y el cliente para saber qué puede pasar. “Hay algunos tatuadores que hacen firmar un consentimiento, porque a veces por ahorrar en costos, las personas tienen repercusiones a nivel dermatológico que vemos muy a menudo en el hospital”.
2. El sol y el agua
Tenga en cuenta la cantidad de tiempo que vaya a exponerse al sol o si va a sumergirse en agua, porque estos dos factores pueden dañar un tatuaje reciente, al sacar tinta de la piel, además de poner a la persona en peligro de contraer bacterias. El sol puede ampollar la piel y aclarar el color del tatuaje, así que lo recomendable es tener cuidados hasta que la curación esté completa. “Se debe proteger, además de con crema humectante, con un protector solar de, mínimo, factor 30; también hay que evitar rascarse, usar ropa ceñida e ir a saunas, mientras se cura el tatuaje”.
3. Hacerse exámenes
Guerrero es clara sobre que es importante hacer antes exámenes de hepatitis y de VIH, ya que una mala práctica puede llevar al contagio. Solo en Colombia, el 80 % de las personas infectadas no tiene síntomas y no saben que tienen una enfermedad como esas.
4. Tranquilidad
Hay que estar tranquilo, evitar estrés o pánico. La experiencia debe ser para guardar un buen recuerdo. Hay personas que lloran o que se ponen muy nerviosas, por eso hay que hacer pausas, tomarlo con calma, pensar en otras cosas o llevar a alguien de confianza para hablar y distraerse del dolor.
5. Se puede quitar, pero...
La experta explicó que un tatuaje se puede quitar, pero que el proceso es sumamente distinto: “Los cirujanos plásticos se encargan de esos casos, puede llegar a ser muy costoso y quien lo haga debe estar certificado por la Asociación Colombiana. No cualquier persona lo hace, se debe contar con un personal médico adecuado y con la guía de un dermatólogo; se hacen muchísimas evaluaciones”.