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La mayoría de los latinoamericanos y caribeños no aguantan hambre como en el pasado, pero no es que estén bien nutridos: se engordaron.
Sí, la región tiene sobrepeso y obesidad de acuerdo con el informe Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe entregado ayer por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Hoy 360 millones de personas tienen sobrepeso, unos nocivos kilos de más, que corresponden al 58% de la población estimada de 620 millones, mientras 120 millones, 23% presentan obesidad.
Los papeles se invirtieron y la desnutrición, que aún queda, sigue en disminución, salvo en países como Haití, donde el 53% de sus habitantes vive con hambre.
Se estima que con desnutrición hay 34 millones de personas, pues incluso la infantil también ha ido a la baja.
En la crisis del sobrepeso tiene que ver el cambio en las costumbres alimenticias. Los cereales, frutas, verduras y otros alimentos sanos han sido remplazados por aquellos ultraprocesados de alto contenido calórico y escaso valor nutricional.
“El crecimiento económico y la mayor integración de América Latina y el Caribe en mercados internacionales ha ocasionado cambios en los patrones de alimentación: se observa una disminución de preparaciones culinarias tradicionales basadas en alimentos frescos, preparados y consumidos en el hogar, y una presencia y consumo cada vez mayor de productos ultraprocesados con baja densidad de nutrientes pero con alto contenido de azúcares, sodio y grasas”.
El informe revela que salvo en Haití (38,5%), Paraguay (48,5%) y Nicaragua (49,4%), el sobrepeso afecta a más de la mitad de la población de todos los países de la región, siendo Chile (63%), México (64 %) y Bahamas (69%) los que presentan las tasas más elevadas.
La mayor prevalencia de obesidad se observa en los países del Caribe: Bahamas (36,2%) Barbados (31,3%), Trinidad y Tobago (31,1%) y Antigua y Barbuda (30,9%).
Por sexos también existen diferencias. La obesidad ha impactado más a las mujeres en más de 20 países de la región, con una tasa 10 puntos porcentuales mayor a la de los hombres.
El Representante Regional en funciones de la FAO Eve Crowley comentó que “las tasas alarmantes de sobrepeso y obesidad en América Latina y el Caribe deben ser un llamado de atención a los gobiernos de la región para introducir políticas que aborden todas las formas del hambre y malnutrición, vinculando seguridad alimentaria, sostenibilidad, agricultura, nutrición y salud”.
Para la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, “la región enfrenta una doble carga de la malnutrición que se combate con una alimentación balanceada que incluya alimentos frescos, sanos, nutritivos y producidos de manera sostenible, además de abordando los principales factores sociales que determinan la malnutrición”.
La región ha logrado reducir el hambre y hoy sólo un 5,5% de la población vive subalimentada, siendo el Caribe la subregión con la mayor prevalencia (19,8 %), en gran parte debido al hecho que Haití posee la prevalencia de subalimentación más alta del planeta: 53,4%.
La desnutrición crónica infantil (baja talla para la edad) tanto en América Latina como en el Caribe también presenta una evolución positiva: cayó de 24,5% en 1990 a 11,3% en 2015, una reducción de 7,8 millones de niños.
Pese a los avances, el Panorama mostró que 6,1 millones de niños aún viven con desnutrición crónica: 3,3 millones en Sudamérica, 2,6 millones en Centroamérica y 200 mil del Caribe. Además, 700 mil sufren desnutrición aguda, el 1,3% de los menores de 5 años.
Si bien todos los países han logrado mejorar la nutrición de sus niños, la desnutrición afecta más a la población más pobre y a las zonas rurales. “Ahí es donde los gobiernos deben enfocar sus esfuerzos”, dijo Crowley.
El funcionario resaltó que pese a aquella cifra, cada año se pierden o desperdician en la región 127 millones de toneladas de alimentos.
En el caso contrario, el 7,2% de los niños menores de 5 años vive con sobrepeso. Son 3,9 millones de niños, 2,5 millones de los cuales viven en Suramérica, 1,1 millones en Centroamérica y 200 000 en el Caribe.
Los mayores aumentos en el sobrepeso infantil entre 1990 y 2015, dice el reporte, se vieron en Mesoamérica (donde la tasa creció de 5,1% a 7%), mientras que el mayor aumento en la prevalencia se dio en Caribe (la tasa creció de 4,3% a 6,8%), pero en Suramérica, que es la subregión más afectada por el sobrepeso infantil, hubo una leve disminución, y su tasa pasó de 7,5% a 7,4%.
El reporte recordó las directrices de la Organización Mundial de la Salud en el sentido de que una dieta saludable “consiste en mantener un equilibrio entre el consumo energético y su gasto, en que el contenido de grasa no supere el 30% de las necesidades de energía, en que la dieta posea una limitada cantidad de grasas saturadas y nada de grasas trans, en que el contenido de azúcares libres no exceda el 10% del requerimiento de energía y en que el consumo de sal no supere los cinco gramos al día.
Todo lo que no se hace.