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De las 33 defensorías de las audiencias establecidas en medios de comunicación de Latinoamérica, solo diez corresponden a diarios. Las demás son de radios y televisiones nacionales y regionales.
El Segundo Congreso Latinoamericano de Defensorías de las Audiencias, realizado este fin de semana en Cartagena, analizó los derechos de los lectores, oyentes y televidentes y los desafíos que enfrentan las defensorías y demás organismos veedores.
Flavia Pauwels, directora de Relaciones Internacionales en la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual de Argentina, presentó los resultados de una investigación sobre el estado actual de estas figuras. Dijo que las defensorías de las audiencias no están en vía de extinción: “Todo lo contrario, han tomado una gran fuerza en América Latina y el próximo año se espera que de las 33 existentes pasemos a un número mucho mayor en radio y televisión”.
Sin embargo, añadió, en los diarios el fenómeno es de marchitamiento porque en varios países ya no existen defensorías del lector o se quedaron solitarias, como son los casos de El Colombiano y La Prensa, en Panamá.
Beatriz Quiñones Cely, representante de la sociedad civil en la Autoridad Nacional de Televisión, Antv, y presidenta de la Plataforma de Reguladores del Audiovisual Iberoameriano, PRA, lamenta el revés de las defensorías de los lectores porque en ellas se inspiró la Comisión Nacional de Televisión para establecerlas en los canales regionales y luego en los nacionales y privados.
¿Regulación o autorregulación?
México, Ecuador, Uruguay y Chile están en el proceso de constituir defensorías de las audiencias, en virtud de las nuevas leyes reguladoras de comunicación. De acuerdo con el mandato legal en México, por ejemplo, puede llegar al centenar el número de defensores en las emisoras de radio y televisión.
En Ecuador la Ley Orgánica de Comunicación determina en el artículo 73 que “Los medios de comunicación de alcance nacional contarán obligatoriamente con un defensor de sus audiencias y lectores, designado mediante concurso público organizado por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social”.
Es la primera vez que un gobierno ordena implantar un defensor en un periódico, porque hasta ahora la figura ha sido un mecanismo de autorregulación creado por los propios diarios y revistas para que represente a sus lectores en la sala de redacción y actúe como mediador frente a los periodistas y directivos.
Sobre la vigencia de las defensorías del lector el investigador mexicano Gerardo Albarrán de Alba sostuvo que “si los periodistas son necesarios y no van a desaparecer no obstante el bombardeo informativo por redes sociales, así, de la misma manera, los defensores del lector y de las audiencias hacen falta porque ellos son los mediadores”.
Pauwels concluyó que “definitivamente el defensor le da otra mirada a los reclamos de los lectores: puede aportar una base más sólida, puede aportar argumentos y un marco ético y puede explicar ese conflicto o esa interacción desde otra perspectiva, para que los comentarios no queden en simples opiniones de la audiencias en las redes sociales”.
El número de periódicos
con defensores del lector
en América Latina.