viernes
7 y 9
7 y 9
Lo que inició como una respuesta particular a quienes decían que las mujeres se maquillan por los demás, terminó en una tendencia en redes sociales. La bloguera holandesa Nikkie, quien hace videos tutoriales en Youtube de belleza femenina desde 2008, compartió en mayo de este año el video ‘El poder del maquillaje’ en el que reivindicaba el uso de este.
En seis minutos y cincuenta segundos, la joven de 21 años se aplica base, delineador, sombras y otros cosméticos en la mitad de su rostro y deja la otra parte al natural. Mientras se maquilla, la bloguera hace un paso a paso de los productos que utiliza y defiende su uso con frases como: “Si dices que te encanta el maquillaje, dicen que lo haces porque quieres quedar bien para los chicos, porque eres insegura o porque no te amas a ti misma (...) Es como si ponerse maquillaje para divertirse fuera una vergüenza”.
En menos de dos meses el video ha sido visto 18 millones de veces y propició la creación de la etiqueta en Instagram #thepowerofmakeup, con la que las mujeres comparten imágenes con la mitad de su rostro maquillado. Hasta ahora, se han publicado más de 17.000 imágenes en esa red social.
Entre las fotos de este tipo está la de la bloguera colombiana residente en Inglaterra Camila Morales (@camilaxmorales), quien publicó su foto con este mensaje: “No es para mostrar la diferencia entre los dos lados de la cara, es mucho más que eso, se trata de sentirse cómoda en su propia piel, no sentir vergüenza de mostrar su verdadero yo y también para simplemente divertirse con el maquillaje”.
La mexicana de 18 años estudiante de psicología Alejandra Díaz Pineda, quien también se unió a esta tendencia, explicó que compartió su foto porque cree que se discrimina a las mujeres que se maquillan. “Yo me maquillo por estética, por autoestima, por vanidad, no por los hombres. De hecho, siempre cambio para evitar la monotonía y así cuando no utilice maquillaje no me vea o sienta extraña. Creo que solo uno es el que debe agradarse y ya los demás lo aceptarán o no”.
El uso de maquillaje, explica el historiador y psicólogo de la Universidad de Antioquia Román Darío Arroyave, es parte de la cultura y su uso tiene orígenes divinos, míticos o ancestrales. “Ya en Occidente, después de la Segunda Guerra Mundial, el maquillaje gana protagonismo porque a partir de ese momento el mercado acapara todo”.
Y es ahí cuando resurgen las actrices de cine, con rostros más maquillados con delineador marcado y labios carnosos y brillantes, representando a mujeres que necesitan volver al estado emocional de antes de la guerra, como aparece la actiz Rita Hayworth en la película Gilda, en 1946.
Al natural
Contrario a las defensoras del maquillaje, hay otra tendencia en la que las mujeres publican imágenes en redes sociales, especialmente en Instagram, sin una gota de maquillaje. Algunas de ellas utilizan etiquetas como #nomakeup (sin maquillaje) o #caralavada.
Una de las fotos más impactantes es la de la modelo de 41 años Tyra Banks, quien publicó el pasado 17 de junio en su cuenta de Instagram una foto con este mensaje: “Esta mañana decidí mostrarles un poco de mi verdadero yo. Quería difuminar un poco mis ojeras, pero me dije: ‘No, Tyra. Muéstrales quién eres’”.
La modelo también cuestionó a otras personas que se han unido a la tendencia, pues indicó que muchas dicen no usar filtros en sus imágenes pero varias veces retocan las fotos “una pizca”, escribió.
“Las mujeres que se liberan del maquillaje son contestatarias, pues le están diciendo al establecimiento que rechazan el prototipo de belleza que predomina, que buscan ser una mujer natural”, dice al respecto el académico Arroyave.
En el pasado también hubo otros movimientos para lucir al natural. Uno de ellos utilizó la etiqueta #stopthebeautymadness (Paremos la obsesión con la belleza), y buscaba que las mujeres salieran de los estereotipos. Lanzada el 7 julio de 2014 y liderada por la escritora Robin Rice, esta campaña que inició en Estados Unidos tuvo buena acogida en Brasil y logró que más de 10.000 mujeres posaran sin maquillaje o mostrando su cuerpo sin importar el qué dirán.
Román Arroyave dice que “el mercado y la publicidad se aprovechan de la vanidad de las mujeres y han creado en ellas ciertos temores para explotarlas sicológicamente y vender sus productos”. Lo cierto es que naturales o maquilladas, las mujeres han encontrado en las redes sociales una vía para expresarse y comunicar libremente sus posiciones, y esto ha hecho más evidente que no todas tienen por qué pensar igual y sentirse bien con lo mismo.