viernes
7 y 9
7 y 9
Le toma menos de 10 segundos llegar a la cima de un tubo de casi 6 metros de alto. Se sostiene solo con sus piernas o, algunas veces, lo hace nada más con los brazos. De pronto, da un giro y termina boca abajo. Juega con sus manos y su cabello al aire para que la figura se vea armoniosa. No se ha caído, tampoco deja de sonreír. Hasta podría parecer fácil.
Sin embargo, detrás de un par de movimientos de pole dance como estos hay mucho entrenamiento, horas de sudor y fortaleza mental. Así mismo, hay una recompensa que sus practicantes no cambiarían por nada. Eso quedó demostrado en el recorrido que la Twittercrónica realizó esta semana por tres academias que enseñan esta disciplina en el Valle de Aburrá.
Una definición general del pole dance dice que esta “es una disciplina en la que se realizan acrobacias y danzas usando un tubo como elemento principal de la coreografía”, explica la academia Bogotá Poledancing, una de las pioneras en el país.
Sin embargo, su significado no está completo sin los matices que le dan las mujeres, dominantes por mayoría en el baile del tubo o vertical dance, como también se le conoce.
Un deporte muy serio
Para Carolina Suárez, fundadora de la academia Licsu, esta disciplina es un deporte exigente. “Necesitas fortalecer mucho tus músculos y las articulaciones para practicarlo. Incluso es necesario un entrenamiento complementario al pole dance para llegar a hacerlo muy bien”, explica.
A las principiantes y a quienes están interesadas en conocer el pole dance les dice que “es importante no imaginarse que en un par de entrenamientos van a hacer muchas figuras, el proceso de aprendizaje también es un protocolo de seguridad para cuidar su integridad física, pero en cada clase sentirán avances en fuerza y flexibilidad, y en todo su cuerpo porque es un ejercicio muy completo”. Agrega que como instructora de pole dance y yoga, lo que más le gusta es ver cómo se fortalece el autoestima de sus alumnas.
Aceptarse, el mayor logro
Y es que en esta disciplina muchas mujeres se enamoran de sí mismas. Llegan a las clases como Karen Álvarez lo hizo a la academia Pin Up Girls: aburrida del entrenamiento y el ambiente de los gimnasios, y con el objetivo inicial de perder un poco de peso. Pero “cuando empiezas a aprender, ese gordito que uno quería bajar deja de importar y solo piensas en alcanzar un nuevo reto”, dice Karen.
En el salón se enciende la música, suena I do what I love (Hago lo que amo) de Ellie Goulding y ella, con una trusa negra y tacones de 10 centímetros, hace algunos movimientos de la rutina con la que participó en el Campeonato nacional Pole Sport Colombia.
Recuerda que ese se convirtió en propósito justo cuando pasaba por un momento triste de su vida. Según su experiencia, el pole dance genera cambios físicos, mentales y emocionales: “estar durante una hora con poca ropa, frente a un espejo, hace que aceptes tu cuerpo y ves a una mujer fuerte mental y físicamente que puede alcanzar las metas que se propone”.
[El pole dance debe hacerse con poca ropa para que la piel se pegue al tubo].
Cero monotonía
Precisamente, un reto nuevo en cada clase es lo que la instructora Luisa Ortiz, de la academia Fly Dance, cree que es lo que más motiva a las alumnas a seguir aprendiendo. “Además, se genera un ambiente de compañerismo, de apoyo mutuo, que hace que no vengan solo a entrenar sino también a encontrarse con las amigas”, destaca Luisa.
Esta profesora, profesional en educación física, cuenta que cuando conoció el “pole” hace más de ocho años, reconoció un excelente método de entrenamiento. A su academia asisten niñas y también señoras.
Le da lástima que por temor a la connotación que tiene este deporte hacia el streptease, muchas mujeres se estén perdiendo de los beneficios que trae y las anima a trepar, girar y volar no solo en un tubo sino en todos los aspectos de la vida
Fiorella comenzó a practicarlo a los 11 años. Diana, su mamá no le vio nada de malo o de raro. #Twittercrónica pic.twitter.com/kA034MtEIh
— El Colombiano (@elcolombiano)
enero 6, 2016
Para ellas, lo mejor del #PoleDance es que siempre les trae un reto personal nuevo (que alcanzan) #Twittercrónica pic.twitter.com/ymLySIVv2V
— El Colombiano (@elcolombiano)
enero 6, 2016
Esto hace parte de un entrenamiento de #PoleDance con la profe Luisa Ortiz en la academia Fly Dance. #Twittercrónica pic.twitter.com/kFPS4AmRym
— El Colombiano (@elcolombiano)
enero 6, 2016
Llueve mucho en el Valle de Aburrá pero acá nada las desconcentra #Twittercrónica pic.twitter.com/xlbnV6RGzE
— El Colombiano (@elcolombiano)
enero 6, 2016