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¿Busca más razones para hacer un poco de ejercicio diario? Diversos trabajos han encontrado la relación entre el ejercicio y la disminución de la ansiedad; además de que definitivamente lo hace ver mejor. Otras investigaciones sugieren que la actividad física ayuda a prevenir el deterioro cognitivo asociado con la demencia, la enfermedad de Parkinson y la depresión, en parte, porque el bombeo de sangre aporta más oxígeno, hormonas y nutrientes a su cerebro, lo que lo lleva, como a sus músculos, pulmones y corazón, a crecer más fuerte y de forma más eficiente.
Una novedad es presentada en la revista científica Nature Medicine, en la cual los investigadores encontraron que las personas con alzhéimer tienen niveles más bajos de la hormona irisina, la cual es liberada durante el ejercicio. Para explorar aún más el vínculo entre esta hormona y el alzhéimer, Fernanda de Felice, de la Universidad Federal de Río de Janeiro, junto con sus colegas Ottavio Arancio y Sergio Ferreira, examinaron cerebros humanos sanos y encontraron que las personas con este tipo de demencia tenían niveles más bajos de la hormona en comparación con las personas sanas.
La liberación de esta hormona durante la actividad física, podría explicar los efectos positivos del ejercicio sobre el rendimiento cognitivo y de acuerdo a la investigación publicada este mes, al menos en ratones, podría proteger el cerebro contra la Enfermedad de Alzheimer.
En Colombia se estima que cerca de 400.000 personas padecen la enfermedad. Si no se encuentra una cura efectiva, en el año 2050 el número de casos se habrá triplicado, según la Organización Mundial de la Salud.
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En las pruebas con ratones, el equipo indujo déficit de aprendizaje y memoria al eliminar la irisina y pudo reversar los efectos restaurando la hormona. Cuando la señal de la irisina se bloqueó en ratones, se perdieron los beneficios cerebrales del ejercicio físico.
Los investigadores demostraron que el aumento de la irisina, así como de su proteína precursora -FNDC5-, reducía el déficit de memoria y aprendizaje de los animales en la experimentación.
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De Felice dijo al diario ABC de España que cuando superen la fase de experimentación animal, probarán si la suplementación de esta hormona es efectiva en pacientes con diferentes etapas de la enfermedad.
Por su parte, James Pickett, de la organización benéfica Alzheimer’s Society, le dijo a la revista New Scientist: “aunque este estudio solo se realizó en ratones, se suma a la creciente evidencia de la relación entre los factores del estilo de vida, como la condición física y la demencia”.