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Mejorar su presión arterial, aliviar el estrés o dar un buen ejemplo a sus hijos. Esas son las razones para hacer más ejercicio, que usted pone cuando escribe sus propósitos de comienzo de año.
Esas justificaciones son correctas, pero no reales, según dice el norteamericano Ben Greenfield, un experto en fitness, triatlón y nutrición, y autor de varios libros, entre ellos Beyond training (Más allá del entrenamiento), uno de los bestsellers del diario The New York Times.
En uno de los artículos de su portal web asegura que “me atrevo a decir que algunos de ustedes hacen triatlones porque quieren verse bien desnudos, ¿no?”.
Los motivadores lógicos serían por ejemplo mejorar la salud, reducir el estrés, ser un buen modelo a seguir, tener más energía, etcétera. Sin embargo, precisa Greenfield, los deseos irracionales son engreídos y superficiales y por eso los escondemos o disfrazamos con eufemismos.
El doctor Jesús Miranda Bolívar, presidente de la Asociación de Especialistas en Medicina Aplicada a la Actividad y el Deporte (ASMEDEP), coincide en esta idea: mientras más honesto sea consigo mismo, más rápido llegará a la razón por la que quiere hacer más deporte.
Su porqué será la diferencia entre el éxito y el fracaso.
¿Cuál es su real deseo o miedo irracional o emocional? Es posible que se sorprenda al descubrirlo. Este ejercicio requiere tiempo y conciencia.
Pregúntese, ¿por qué quiero dejar el sedentarismo? Si se responde para sentirse mejor, haga otra pregunta, ¿por qué me quiero sentir mejor? Si dijera algo como “para ser más productivo en el trabajo”, cuestiónese otra vez, y siga con el patrón de preguntarle a la respuesta: ¿por qué quiero ser más productivo? “Para que me asciendan y ganar más dinero”. ¿Y para qué quiere más dinero?...
Observe como un porqué para ejercitarse pasó de ser un miedo muy lógico a uno emocional. No hay respuesta correcta o incorrecta, lo importante es ser honesto.
Un estudio publicado en la revista de psicología clínica Journal of Clinical Psychology descubrió que los principales objetivos propuestos para 2014 eran perder peso, organizarse, gastar menos y ahorrar más, disfrutar de la vida al máximo y mantenerse en forma y saludable.
Para la mayor parte de las personas los propósitos de Año Nuevo llevan a la frustración antes de que el mes termine. El estudio muestra que solo un 8 % de las personas logran cumplir con lo que se propusieron, o para decirlo de otro modo, un inmenso 92 % fracasa.
No sienta desesperanza, hacerlo no es algo inevitable. De hecho, comprender las razones de fallas pasadas puede ayudarle a obtener su receta para el éxito futuro.
Estos siete consejos y sugerencias de expertos le ayudarán a poner en perspectiva la importancia de comenzar este 2018 con un plan imbatible para mejorar su salud.
1. Aumentar la actividad física sin sufrir
En las búsquedas mundiales registradas por Google Trends de 2013 a 2017, cada enero hay un pico con las palabras membresía en gimnasio. ¿Qué pasa?, ¿por qué a una gran parte de la población le cuesta generar adherencia a rutinas de ejercicios? Jesús Miranda Bolívar, especialista en medicina del deporte, asegura que es debido a que la mayoría no acompaña el propósito con un reto puntual y medible. Así que la invitación es a cambiar el lenguaje, en vez de proponerse “este año haré ejercicio”, ponerse la meta de correr una media maratón en 10 meses. Eso es un objetivo con tiempo y tangible.
2. Nutrirse mejor sin necesidad de dietas
Natalia Chaparro, coach de nutrición holística con énfasis en el área de endocrinología, asegura que hay que empezar por hidratarse muy bien con agua mineral o de buena calidad.
Chaparro explica que debe evitar alimentos procesados como harinas o azúcares refinados, o salsas con monoglutamato de sodio, que hacen el mecanismo lento o bloquean las señales de saciedad. Por último, comer muchos vegetales.
La recomendación de la especialista es tener las tres comidas principales del día, dos deben ser muy saludables y una le puede complacer más con sus antojos.
3. Dormir y recuperarse adecuadamente
Las dinámicas contemporáneas han generado que cada vez sean más los afectados por trastornos del sueño y muchos de estos se producen simplemente por mantener malos hábitos. Para contrarrestar esta situación, Luis Guillermo Duque, investigador sobre trastornos del sueño de la Universidad de Antioquia, recomienda que sin importar qué día de la semana sea, busque acostarse y levantarse a una misma hora. También es importante procurar que el lugar en el que duerma esté oscuro; no acostarse ni muy lleno ni con hambre y si va a hacer ejercicio, que sea dos horas antes de ir a la cama.
4. Conservar lúcida la memoria
Francisco Lopera, médico neurólogo y director del Grupo de Neurociencias de Antioquia de la U. de. A, asegura que cada uno nació con capacidades diferentes, unos recuerdan más algunos detalles que otros y eso no los hace más o menos inteligentes. Para conservar o estimular la memoria Lopera recomienda realizar actividad física porque al poner los músculos a trabajar se aumenta la producción de la proteína BDNF, que aporta al factor de crecimiento derivado del cerebro. También aconseja leer, escribir, hacer sudokus, crucigramas u otro juego que implique pensar, así como socializar.
5. Controlar los niveles de estrés
Es fundamental recordar que no todo el estrés es malo, pues canalizado de la manera correcta es estimulante. Sin embargo, en exceso sí es perjudicial; estos altos niveles abren las puertas a la ansiedad. David Pineda, neurocientífico de la Universidad de Antioquia, asevera que a través del sueño suficiente, el ejercicio y la adecuada nutrición se puede reducir su impacto. Sugiere “escuchar” a su cuerpo y eliminar los factores que lo hagan sentir tenso. Pero, tal vez el más importante y menos valorado es el respirar de forma adecuada; una nasal bien controlada puede modificar sus funciones cognitivas.
6. Prevenir para no visitar al doctor
El experto en salud pública Héctor Abad Gómez, quién fue médico y defensor de los derechos humanos en los 80, creó propuestas que aún siguen vigentes. En las diversas biografías que se han escrito, se advierte que desde joven se dedicó a la educación, prevención y atención primaria en salud.
Vacunar y desparasitar fueron algunas de las bases del preventismo de aquella época, propuestas vigentes y que muchas veces no se cumplen por desinterés de la ciudadanía. Para evitar la visita frecuente al médico además de vacunarse, cumpla con las recomendaciones anteriores. Su cuerpo se lo agradecerá.
7. Por último, evite errores comunes
- No desayunar. Saltarse esta comida aumenta su riesgo de desarrollar diabetes e incluso llevar a la obesidad, ya que sin suficiente combustible, su cuerpo almacenará la grasa para usarla como energía durante el día.
- Cargar con bolsos pesados. Transportar grandes cargas puede ocasionarle mala postura, artritis, problemas de cuello y dolor de espalda.
- No enfrentar la pesa. Huirle le puede implicar desconocimiento si comienza a aumentar de peso.
- Ejercitarse en exceso. Permítale a su cuerpo recuperarse, excederse en el deporte puede ser contraproducente para su salud.