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Sandía, la fruta del verano

Con importantes propiedades nutricionales y un alto aporte de agua, la sandía resulta ideal como ingrediente para recetas tanto dulces como saladas. Aquí algunas propuestas.

  • Foto: Shutterstock
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07 de diciembre de 2017
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Conocida también como patilla o melón de agua, la sandía es un fruto rojo rico en vitaminas A, B y C, minerales y antioxidantes. Dentro de sus nutrientes se destacan el licopeno, un caroteno con importantes características medicinales, propiedades antioxidantes y funciones preventivas de ciertos tipos de cáncer y altos niveles de colesterol.

Gracias a su composición, que contiene más de un 90 % de agua, se considera una de las frutas más refrescantes. Su mejor forma de consumir es al natural, sin embargo, resulta también perfecta para hacer zumos, helados, batidos, sopas y hasta algunos cocteles.

Al comprar se recomienda que esté madura y para saberlo existen algunos trucos: podemos fijarnos en su peso, una sandía madura se sentirá más pesada que las demás. Otra señal es que tenga un círculo amarillento por debajo. Este es el lugar donde la sandía estaba en la tierra. Si la sandía no está muy madura esta parte se verá blanca o verde. Otro truco es darle una palmada o golpecitos con los nudillos, si se oye hueca significa que está madura.

Tres maneras de comerla:

1. Con chile y limón: al poder refrescante de la sandía se le puede agregar un toque de chile y limón. Es una combinación memorable que se come en cascos o, si se prefiere, se mezcla la sandía triturada con miel, limón y ají para convertirla en paletas.

2. Como ensalada: si quiere una ensalada ligera para comer en la noche, pero que no tenga la clásica lechuga como ingrediente, puede mezclar pedazos de sandía sin semilla con pepino, queso feta, tomates, pimentón vede y cebolla, aderezada con yogur griego y unas hojas de menta.

3. En gelatina: si quiere conservar el sabor por largo tiempo, procese una buena cantidad de sandía y haga un puré, agregue a una parte gelatina sin sabor y déjela reposar. Lleve a fuego medio el resto, disuelva azúcar y limón, e incorpórelo a la mezcla anterior. Cubra y refrigere.

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