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María Elena López, psicóloga de familia, y la doctora Elsa Lucía Arango, autora del libro Mundos invisibles, nos comparten las claves para mejorar nuestras relaciones.
1. Perdonar
Para la doctora Elsa Lucía Arango, esta acción significa “dejar de cargar la rabia, el resentimiento, la culpa y el dolor que los errores de otros o de uno mismo nos han producido. Es liberarnos de un dolor antiguo que nos ata a revivir ese dolor a perpetuidad y a mantenernos en el pasado”. Es decir, que estamos tomando el control sobre nuestras emociones para dejar a un lado lo que nos hace mal, sin embargo, para María Elena López, esto debe ser una decisión: “Perdonar es una elección, un acto consciente en el cual elegimos reconocer que el otro puede fallar, equivocarse y aún así mantener su dignidad a pesar de la gravedad de la falta que nos hizo daño”. Dejar de lado las emociones negativas, a pesar de que pueda ser exigente, es un compromiso de ambas partes.
2. Ser perdonado
Recibir el perdón no es necesariamente producto de pedirlo, a veces hacemos daño a los demás sin darnos cuenta y no resolvemos ese conflicto. Sin embargo, cuando ya ha habido un proceso debemos asumirlo con la importancia que requiere. Según Elsa Lucía Arango, quien recibe el perdón tiene “una nueva oportunidad que te da el lesionado para tener paz, enmendar los errores y estar libre de la enemistad de otro. Cuando alguien te perdona, te liberas y hay un compromiso tácito de no agresión o retaliación y eso permite al que es perdonado andar sin tener temor a una venganza o castigo, pero en especial puede tener paz interior. Y para obtener ese perdón, la persona interesada debe mostrar arrepentimiento genuino, deseo de cambiar, de no repetir el mismo error”.
3. Pedir perdón
Cuando hacemos daño, muchas veces no lo entendemos, puede que la acción que desencadenó el problema para nosotros no sea tan trascendente, sin embargo, es necesario cambiar de ángulo y buscar una solución conjunta, hacer concesiones. Debemos tener “conciencia del daño ocasionado, comprender que todo lo que hacemos nos lo va a devolver el destino en algún momento, tener deseo de cambio para no seguir hiriendo a otros y cortar la cadena de dolor que esto ocasiona, estar dispuestos genuinamente a realizar acciones reparadoras, no importa el esfuerzo que esto nos ocasione”, dice Elsa Lucía Arango. Para María Elena López, “el perdón conlleva actos de reparación y un compromiso serio de que lo que se hizo no volverá a suceder. Pedir perdón es más que decirlo”.