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Para mantenerse alejado del cáncer de colon, los expertos recomiendan dietas ricas en fibra, con un elevado consumo de vegetales, frutas y legumbres. Sin embargo, parece que esta recomendación no tiene sentido si se generaliza. Un nuevo estudio del Centro de Investigaciones Oncológicas de España encontró que alimentos con grandes cantidades de proteínas puede ser un factor importante en la prevención del cáncer colorrectal en distintos grupos de riesgo.
Quienes ya padecen enfermedad inflamatoria intestinal podrían beneficiarse de una dieta rica en proteínas; en cambio lo contrario, un bajo consumo de proteínas, puede ser lo mejor para aquellos que presentan una predisposición genética al cáncer de colon.
Además, el trabajo revela por qué un determinado tipo de fármacos empleados contra el cáncer colorrectal, los inhibidores de mTORC1, son prácticamente inefectivos en algunos pacientes, lo que “abre vías para optimizar y personalizar los tratamientos”, escriben los investigadores en su publicación en la revista Cell Metabolism.
La investigación sugiere que quienes ya padecen una enfermedad inflamatoria intestinal, tales como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, podrían protegerse del cáncer comiendo más proteínas, incluida la carne. Mientras que aquellos con una mayor predisposición a sufrir un tumor de colon se benefician de lo contrario, con más fibra en su alimentación.
“Nuestra investigación es provocadora, pero no cuestionamos que las frutas y las verduras sean alimentos esenciales para mantener una buena salud digestiva y prevenir el cáncer colorrectal. Sin embargo, hemos visto cómo en ratones con una inflamación intestinal el tamaño de sus tumores se reducía cuando consumen una dieta proteíca”, le dijo Nabil Djouder, jefe de grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del CNIO, al diario español ABC.
Dieta rica en proteínas o no
Los investigadores describen que una dieta rica en proteínas, por ejemplo utilizando suplementos de proteína de suero de leche, promueve la actividad de mTORC1 y reducir la formación de tumores en ratones con inflamación gastrointestinal crónica.
Por el contrario, “una dieta baja en proteínas puede ser una opción para prevenir el cáncer colorrectal en pacientes con una predisposición genética, por ejemplo aquellos que presentan mutaciones en APC, mientras que una dieta rica en proteínas podría proteger a los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal”, concluyen los autores en Cell Metabolism.