<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Muchos barcos del embalse El Peñol-Guatapé son artesanales

El Gobierno ordenó cierre de empresa local Asobarcos. Inician investigaciones. Sigue el dolor.

  • Arriba, el dolor de una familiar al conocer la noticia de la muerte de su madre. Abajo, un barco en construcción, a orillas del embalse El Peñol-Guatapé. FOTOS Manuel saldarriaga
    Arriba, el dolor de una familiar al conocer la noticia de la muerte de su madre. Abajo, un barco en construcción, a orillas del embalse El Peñol-Guatapé. FOTOS Manuel saldarriaga
  • Muchos barcos del embalse El Peñol-Guatapé son artesanales
27 de junio de 2017
bookmark

Con fibra de vidrio, conocimiento empírico y en talleres con baja tecnología, se fabrican en forma artesanal la mayoría de barcos grandes que navegan el embalse de El Peñol-Guatapé, como El Almirante, que naufragó el domingo pasado, dejando siete personas muertas y dos desaparecidas, según el último reporte oficial dado anoche.

Ánderson Vallejo es uno de los propietarios de los barcos Carretero e Imperial. Manifestó que hay 13 embarcaciones grandes que zarpan del muelle de Guatapé, casi todas construidos por tres personas de la región.

Agregó que tienen sus respectivos permisos y que se asesoran de ingenieros estructurales para diseñar los tres pontones (especie de vigas paralelas que hacen flotar la embarcación), porque no en todas son iguales, y para calcular los pesos y la presión del agua y del aire.

Sobre los chalecos salvavidas y los aros de icopor que deben llevar estas naves, indicó Vallejo que es una exigencia de la Inspección Fluvial y a los pasajeros siempre se les informa que deben llevarlos y además advertirles un buen comportamiento y abstenerse de, por ejemplo, lanzarse a nadar, en vista de las profundidades del embalse.

Entre tanto, el Superintendente de Puertos y Transporte, Javier Jaramillo, dijo ayer que hasta el momento no pueden hacer mayores comentarios sobre la fabricación de los barcos ni la forma cómo operan, porque las investigaciones están apenas empezando.

Informó el funcionario que de la Dimar, procedentes de Bogotá llegarán a Guatapé investigadores que harán las pesquisas respectivas.

Anotó que en las primeras indagaciones que hizo en su visita a la Inspección Fluvial de Guatapé, El Almirante cumplía con todos los requisitos y seguros establecidos por la ley, pero las investigaciones de Dimar, dirán la última palabra.

Suspensión de Asobarcos

En ese contexto, Vallejo lamentó la decisión que tomó ayer el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, de ordenar el cierre de Asobarcos, empresa que agrupa 13 embarcaciones grandes que trabajan en la represa, por no contar con el Registro Nacional de Turismo. Según él, es una muy mala noticia para una actividad que mueve el turismo y el empleo en Guatapé, porque cada barco tiene mínimo cinco trabajadores.

La alcaldesa encargada de Guatapé, Marleny García Ospina, dijo que en este municipio del Oriente antioqueño tienen cuatro asociaciones que trabajan en el embalse, pero tres son de lancheros, que no tienen inconvenientes. Agregó que se está analizando jurídicamente si a Asobarcos le compete tener el Registro Nacional de Turismo.

EL COLOMBIANO intentó hablar con el gerente de Asobarcos, Alejandro Marín y el secretario de la empresa, el abogado Humberto Vallejo, pero una empleada manifestó ayer que estaban en reuniones con las autoridades.

Angustia de las familias

Entre tanto, en el malecón de Guatapé, las familias de los desparecidos vivían ayer su drama. Una de ellas era Dányela Guzmán.

La mujer, residente en Medellín, esperaba razones del paradero de su madre Marta Nora Gómez, quien apareció en un listado oficial de sobrevivientes, pero al verificar en Medicina Legal de Medellín y hospitales locales se dio cuenta que no estaba.

A mediodía, los buzos extrajeron el cadáver de una señora a la que una vez identificaron se enteraron de que era la madre de Dányela.

La mujer y su familia en medio de la angustia, a la una de la tarde bajaron las maletas del hotel, donde pasaron la noche, y en dos automóviles, partieron rumbo a Medellín, en medio de la tristeza.

Otro drama vivía la familia de Jorge Barragán, a quien se le murieron en el naufragio dos hermanas y una tercera estaba desaparecida.

Relató que eran cinco personas: su hija Juliana y una hermana Edith, quienes salieron con vida, pero murieron Vilma y María Hilda Barragán y desapareció Estela Barragán, de quien esperaba la hallaran pronto (ver Dicen de...).

Precisó que sus cinco familiares estaban en la Costa, pasaron por Medellín y decidieron visitar a Guatapé. Las esperaban a la medianoche del domingo en Facatativá, Cundinamarca, donde viven. De esa población salió Jorge a las cuatro de la tarde de ese día, cuando su hija lo enteró de la tragedia.

Solidaridad

De otro lado, el gerente del hospital La Inmaculada, de Guatapé, Eduardo Rivera, contó que en el momento del naufragio, a las dos y treinta de la tarde, tenía un médico y una enfermera en turno. Al ocurrir el hecho, se activó la alarma y llegaron otros cuatro médicos del hospital y las otras cuatro enfermeras.

Sin embargo, agregó, de entre los turistas aparecieron otros 15 médicos, entre generales, cirujanos, anestesiólogos, pediatras, hasta un otorrinolaringólogo y un ginecobstetra; también acudieron diez auxiliares de enfermería y cuatro sicólogos. Los vecinos del hospital se solidarizaron con cobijas para los pacientes y hornos microondas para calentar las vacunas.

Se sumaron las tripulaciones de ambulancias de Granada, Marinilla, Rionegro, El Peñol y San Rafael y la farmacia del parque La Culebra, de Comfama.

El hospital quedó evacuado a las seis de la tarde del domingo. Fueron dados de alta 17 pacientes, cuatro remitidos a otros centros asistenciales y tres llegaron sin signos vitales.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD