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“Un país sin una justicia fuerte, no alcanzará la paz”

El presidente del Consejo Directivo de Proantioquia, David Bojanini, propone que las ramas del poder sigan las políticas de gobierno corporativo de las empresas.

  • El presidente del Grupo Sura, David Bojanini García, asumió esta semana la presidencia del Consejo Directivo de Proantioquia, en reemplazo de Nicanor Restrepo Santamaría. FOTO jaime pérez
    El presidente del Grupo Sura, David Bojanini García, asumió esta semana la presidencia del Consejo Directivo de Proantioquia, en reemplazo de Nicanor Restrepo Santamaría. FOTO jaime pérez
29 de marzo de 2015
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Como los buenos anfitriones, después de estar pendiente de hacerle un homenaje al expresidente Nicanor Restrepo Santamaría; presentarles a los accionistas el estado de la empresa y tranquilizarlos ante la caída del 18 por ciento de la acción en lo corrido del año; el presidente del Grupo Sura, David Bojanini García, fue el último en salir del Teatro Metropolitano.

Al término de la Asamblea General de Accionistas, el líder del Grupo Empresarial Antioqueño se quitó esa chaqueta y se puso la del nuevo presidente del Consejo Directivo de Proantioquia, para hablar sin afán con EL COLOMBIANO de sus principales preocupaciones, que no están de puertas para adentro.

La corrupción, la crisis de la justicia, la debilidad de las instituciones, el posconflicto, los diálogos de paz en La Habana, la reforma tributaria, la reforma pensional y la desaceleración de las economías en América Latina, son temas que alertan al empresariado antioqueño.

Esta semana en el Congreso el General (r) Naranjo propuso en el escenario del posconflicto armar una bolsa común por parte de los empresarios, le suena...

“Yo no voy a participar para hacer asistencialismo. Yo participo en fondos donde se haga inversión para darles oportunidades a las víctimas y a toda la población, porque no solo es a las víctimas y a los desmovilizados, ¿entonces el que ha sido bueno y ha hecho las cosas bien no tiene ningún derecho?

Hay que invertir en oportunidades para todos los ciudadanos, invertir en infraestructura educativa, todo eso le trae desarrollo a un país”.

Hablando del desarrollo del país, está el aporte que se hace desde Proantioquia,
entidad en la que usted
asumió esta semana la presidencia del Consejo Directivo, ¿Cuáles serán sus retos este año?

“Hace 8 años soy miembro del Consejo Directivo. Está claro el tipo de institución que es, donde los empresarios velamos por los intereses de la región, la ciudad, el departamento y hasta de Colombia.

En Proantioquia se discuten temas de políticas públicas, se apoyan a los mandatarios para que su gestión sea más transparente, como la medición de Antioquia Cómo Vamos. Han surgido muchas iniciativas que apuntan a fortalecer la institucionalidad y propiciar el desarrollo de la región”.

Entonces, uno de sus grandes retos este año son las elecciones locales...

“En las elecciones podemos velar para que sean transparentes, porque hayan buenos candidatos con buenas propuestas. Creemos que el país está harto de la corrupción, de los desfalcos, de la violación al buen gobierno en todos sus frentes. Y ya es hora que el país reaccione.

Son todos los ciudadanos y todas las entidades las que tenemos que darles importancia a la formalización y al fortalecimiento institucional. Evidenciar que el que quiere ser candidato sea porque quiere favorecer la región, la población, no favorecerse a sí mismo o su partido”.

¿Qué otros frentes están abordando?

“Proantioquia está mirando cuál es su papel en el posconflicto. Empezamos una serie de reuniones con profesores de Eafit (Jorge Giraldo y su equipo) que han sido estudiosos de la ilegalidad y de la corrupción y la violencia. Para ver cuál puede ser el papel de los empresarios en el posconflicto y no quedarnos de brazos cruzados esperando a ver con qué nos salen”.

Así las cosas, usted liderará el posconflicto y el presidente de Bancolombia, Carlos Raúl Yepes, el proceso de La Habana...

“Nada está premeditado. A Yepes lo llamó el presidente Juan Manuel Santos porque es un hombre con mucha sensibilidad social, es una persona que ha demostrado algo que nos enseñó Nicanor Restrepo y es que además de ser empresarios tenemos que preocuparnos por lo que ocurre en el entorno, en nuestro país, en los diferentes ámbitos sociales y económicos. Nosotros no podemos estar encerrados en las empresas”.

¿A usted no lo llamaron para entrar a la Comisión Asesora para la Paz?

“A mí me ofrecieron la Presidencia del Consejo Directivo de Proantioquia, suceder a un líder como Nicanor Restrepo es muy difícil, no es la primera vez que me toca. Y espero estar a la altura de lo que el cargo pide. Los que hacen las cosas son los equipos”.

Sigamos con los desafíos que tiene el país más allá de La Habana, en materia de posconflicto, ¿cuáles considera que son los más prioritarios?

“El país tiene que saber atender un eventual acuerdo de desmovilización de las Farc, tiene que saberlo manejar, sin que esto vaya a generar un caos. La presencia del Estado es una de las grandes necesidades para acabar con la violencia, los vacíos que deja el Estado colombiano en mucha parte del territorio está siendo llenado por los ilegales y eso no es ninguna novedad y es una de las causas de violencia en el país. Ese un reto grande”.

Usted aborda un tema, que con la crisis de la justicia por cuenta del escándalo en la Corte Constitucional, hoy está muy vigente y es la debilidad de las instituciones, ¿cómo se está viendo desde el empresariado?

“Hay que fortalecer la institucionalidad. Estamos atravesando una crisis del sector judicial sin precedentes, una crisis que aunque la mayoría de los colombianos la conocíamos, no sabíamos de sus ramificaciones y de la profundidad que tenía, pero nos deja a todos con una preocupación porque un país sin un sistema judicial fuerte no puede alcanzar la paz, eso sí es definitivo.

En esto se necesita hacer un llamado a todos los sectores en Colombia para fortalecer la institucionalidad. El problema de la justicia va más allá de jueces y magistrados, que son un ingrediente importante y tal vez el ingrediente principal, pero va más allá de eso.

Hemos hablado de como se ha politizado la justicia en Colombia. La manera de elegir nuestros magistrados y diferentes dignatarios ha cambiado para sacrificar la calidad por los intereses políticos y aquí juegan otras ramas del poder”.

El diagnóstico está claro, ahora, ¿qué propuestas se pueden plantear para intentar solucionarlo?

“El reto es fortalecer el Estado de Derecho y para hacerlo hay que tener una clara separación de poderes y cuando un poder empieza a influir quién va a ser protagonista en otro de los poderes, empezamos a tener un deterioro del Estado de Derecho y hay que tener mucho cuidado con eso. Yo soy muy optimista, pero quisiera que estas crisis sirvieran de oportunidades para hacer un llamado a toda la población para reflexionar sobre cómo fortalecer la institucionalidad del país.

Quiero ir mucho más allá. Todo el mundo habla de muchos frentes de esta crisis que se acaba de destapar en la justicia, pero nadie le ha dado la suficiente importancia a la costumbre de pagar para que se revisen determinados fallos. Los que pagan le están haciendo un daño inconmensurable a la institucionalidad del país y yo quisiera que eso se resaltara más en los medios de comunicación, porque acaban siendo los malos los magistrados que se dejan sobornar, pero el que está sobornando lo tiene como costumbre y es el que corrompe la institucionalidad del país”.

Pero ahí también juegan
un rol fundamental las
empresas...

“Así como las empresas estamos adoptando el código país para fortalecer el Gobierno Corporativo, es una invitación a que algo similar sea asumido y adoptado por las diferentes instituciones públicas del país, para que podamos garantizar ese fortalecimiento institucional que tanto queremos. Y que va a ser la columna vertebral de la paz en Colombia.

Es necesaria la adopción de buen gobierno por cada uno de los funcionarios públicos de este país y principalmente de los que lideran los poderes”.

Siguiendo con problemas
estructurales, debilidades, oportunidades y poderes, está la reforma tributaria. A usted como cabeza de una multilatina le tocó la chilena y la colombiana, ¿qué impacto le generó?

“Parte del desánimo en Chile se da por el precio de los commodities, pero por otro lado es un desánimo de tipo psicológico por el cambio en las reglas de juego. Esa reforma en Chile no cayó bien y generó un pesimismo. Pero Chile es un país extraordinario donde hay grandes oportunidades y ese optimismo tiene que volver.

En Colombia el impuesto a la riqueza no estimula la inversión. Lo que tenemos que hacer es quitarle el IVA a la importación a bienes de capital porque hoy ante una devaluación del peso donde las importaciones se reducen, los empresarios y empresas productivas tienen una gran oportunidad. Muchas de ellas industriales están trabajando a capacidades muy altas, necesitan invertir para atender los mercados y para ello necesitan estímulos como el que menciono. Eso aumentaría mucho la inversión privada”.

¿Qué opina de la Comisión de Expertos que estudiará la Tributaria?

“No puede estar mejor escogida, en eso el presidente Juan Manuel Santos fue muy acertado. Una reforma tributaria además de ayudar a financiar el presupuesto de un país tiene que propiciar el desarrollo económico, incentivar la inversión privada”.

Otro tema espinoso es la
reforma pensional sobre la que habla la Ocde, el FMI,
Fedesarrollo, Anif, pero que no pasa nada. ¿Sí cree que el Gobierno se va a dar la pela de impulsar una reforma pensional?

“Hasta el año pasado había mucho interés porque la reforma pensional es una de las cosas que la Ocde ha planteado, porque la cobertura es muy baja en Colombia y realmente el sistema pensional no le está otorgando beneficios a la mayoría de los colombianos, menos del 10 por ciento llega a la edad de retiro con derecho a una pensión.

Hay que hacer un sistema que definitivamente haga eso porque el costo de manejar una población de personas jubiladas sin ingresos es un detrimento a la calidad de vida en la edad en la que ya no están en capacidad de producir”.

Hay mucha actitud, pero a la hora de llevarla al Congreso se enreda la pita...

“Sí hay buena actitud porque la reforma pensional no afectaría la regla fiscal. Se pueden hacer reformas sin afectar el déficit fiscal para el país, hay que pensarlas muy bien. La asesoría de la Ocde y el BID es clave para alcanzar ese tipo de expectativas”.

Más allá del tema institucional, la desaceleración de América Latina está afectando a las multilatinas, ¿cómo es el caso de ustedes?

“En el caso nuestro estamos muy bien. Hemos sabido escoger los países donde queremos estar. Todas son empresas pujantes, con grandes retos y con buenas estrategias, y todas con doble dígito y eso que el crecimiento de América Latina no ha sido de doble dígito.

Las crisis también son oportunidades y tratamos de aprovecharlas y eso es lo que vamos a seguir haciendo. Hoy para las multilatinas con el aumento de la clase media, especialmente en la Alianza del Pacífico, hay grandes oportunidades para hacer negocios”.

Finalmente, esta semana fue la asamblea del BID en Corea del Sur y ya llegamos a la mitad de la llamada década de América Latina, usted lo ve así o cómo ha cambiado la perspectiva?

“No podemos decir que está soplando el mismo viento que soplaba hace un año o dos, pero tampoco podemos decir que el viento se acabó, yo creo que podemos seguir viendo oportunidades para América Latina. Lo importante es que por un lado los gobiernos tengan las políticas públicas adecuadas para promover e incentivar la inversión. Si un país ofrece estabilidad en las reglas del juego, jurídica y ofrece los incentivos tributarios adecuados, van a llegar los inversionistas a países como Colombia, México, Chile y Perú.

Muchas veces la visión de corto plazo nos puede llevar a tomar medidas que pueden agotar las fuentes de inversión., especialmente los temas tributarios”.

37,5
millones de clientes en nueve países de Latinoamérica alcanzó el Grupo Sura durante el año pasado.
$422
es el dividendo por acción que aprobó pagar la Asamblea General de Accionistas.

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