Las emergencias tienen la incómoda característica de hacernos olvidar de lo que es más importante y sobre todo, de las tendencias de largo plazo. Así, nos distraen con su espectacularidad y la tonada de “último minuto” de los noticieros. En las últimas semanas, las Farc han lanzado una ofensiva que a muchos nos ha amargado las esperanzas de paz para el país; y al hablar de paz no me refiero al paraíso terrenal del que algunos hablan, sino -simplemente- de una reducción significativa en la violencia.
Pero la ofensiva de las Farc –condenable y criminal, por supuesto- no es la tendencia que más amenaza las perspectivas de paz de los colombianos. De hecho, el principal enemigo para la institucionalidad y la sociedad no se encuentra de camuflado,...