<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
HISTÓRICO
Baiano llega atraído por el verde
Santiago Hernández Henao | Publicado
"Papá, papá, también es verde y blanca, como la de Palmeiras". Con esas palabras Mateo le dio el visto bueno a Baiano para ponerse la camiseta de Atlético Nacional.

Ayer, a la sede del club antioqueño llegó un moreno de sonrisa fijada en el rostro, alegre, sorprendido con el montón de bombillos que alumbraron la noche de la ciudad a su llegada. Dermival Almeida de Lima, su nombre de pila, fue presentado como el segundo refuerzo de Nacional, el décimo brasileño de su historia, y de una se puso la camiseta verde, así fuera la del entrenamiento.

"Mi hijo estaba feliz porque tiene los mismos colores del Palmeiras, el club en el que fui más feliz. Tiene los mismos colores", dice Baiano, quien se puso la 15 del verde en la jornada de exámenes físicos del plantel, que solo hasta hoy tendrá su primer contacto con el balón.

Con 30 años cumplidos, un pasaporte que tiene sellos de entradas a Rusia, España y Argentina, y un clóset con las camisetas de Palmeiras, Santos y Vasco Da Gama, entre otros de su país, Baiano presentó los exámenes médicos y quedó a órdenes del entrenador Luis Fernando Suárez.

"Vengo a entregar muchas ganas, a darme completo. Mi juego es de buen trato con la pelota, de salir mucho, de buscar atacar. Pero no quiero definirme, quiero que ustedes me vean", explica el defensor, lateral derecho con experiencia en la selección Brasil de menores, y quien nació el 28 de junio de 1978 en Capim Grosso, Brasil.

A Colombia lo conoce por sus viajes con Santos (frente al Caldas en 1998), Boca Juniors (ante Cúcuta en 2006) y en Medellín lo deslumbró por sus lucecitas.

"Es muy bonito. De lo poco que conozco, las lucecitas en las calles. La gente ha sido buena conmigo. Estoy feliz", aclara el jugador brasileño, preocupado por la pretemporada y por la llegada de su familia, a la cual le está sacando los papeles para traer a la ciudad.

Le tocó hacer la tarea como colegial juicioso. Pegado de internet buscó la historia de Nacional, sus triunfos, sus referentes, sus vueltas olímpicas. "Conocía a Nacional por Ari (Víctor Aristizábal) que era ídolo cuando yo empecé en Santos, y por León Darío Muñoz, que fue mi compañero en Palmeiras. Él si me ha contado cosas", anota, a la vez que dice, sin sonrojarse, que es parecido a Cafú, aunque le gustaba el juego de Mauro Silva. Algo modesto el brasileño.

Ayer, mientras todos hacían el test físico que les impuso el preparador Carlos Gutiérrez, Baiano se paseaba con su sonrisa por la sede del club. Espera hacerlo por el próximo año en el verde y blanco, el que quiere llevar a la Libertadores y a la estrella once, el de los mismos colores que alegraron a su hijo Mateo.
x