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¿Qué respuesta ofrece a los estudiantes y a los profesores de la Universidad de Antioquia que se sintieron señalados por algunas escenas de Tres Caínes?
Les ofrezco disculpas si se sintieron aludidos. Como escritor uno siempre busca que las cosas tengan un respaldo de veracidad. No es una estigmatización, soy amigo de la universidad pública y defiendo sus derechos, estamos apuntando en el mismo camino. Soy una persona de retos y cuando ellos quieran, me paro donde me digan y hacemos un debate sobre el asunto.
¿Qué opinión tiene usted sobre la universidad pública colombiana?
Tengo un compromiso personal con la educación, incluso, acompañé las protestas en contra de la reforma a la Ley 30. Siempre he dicho que la universidad pública debería ser gratuita, de calidad y con cobertura. Pero si yo tengo en mi libreto una revuelta estudiantil, no la puedo poner en la Javeriana o en la Pontificia Bolivariana.
Una de las escenas mostraba a un personaje que se refería a un grupo de estudiantes de sociología como "un nido de guerrilleros" ¿qué lectura hace ahora de esas imágenes?
Si uno habla de la presencia de paramilitares y de guerrilleros en la universidad pública la gente es muy susceptible y cree que se está generalizando. En ese mismo capítulo aparecen unos alumnos pacifistas que defienden una revolución sin armas, un muchacho le dice a un profesor que la violencia no es el camino, pero los críticos no vieron a los pacifistas. Incluso, hay una mención que aparece tres veces en dos capítulos, los personajes preguntan: 'quién dice que protestar es ser guerrillero'. La idea era quitar el estigma de que quienes protestamos somos terroristas.
Las críticas no han estado dirigidas solamente a la serie, también se le pregunta a las directivas de la Universidad por qué autorizaron la grabación ¿Las directivas de la U. de A. sabían de qué se trataba?
Claro, ellos sabían de qué se trataba, incluso dijimos que íbamos a recrear una revuelta. Yo pregunto ¿cuando alguien haga el caso Colmenares entonces no va a mencionar a la Universidad de Los Andes?
La academia se ha pronunciado sobre el tema, dicen que sí hay estigmatización y que se pone en riesgo la integridad y el buen nombre de algunas disciplinas.
El análisis que hacen es muy simple. No soy yo el que afirma que hay que borrar a toda la izquierda colombiana. Es clarísimo que ese era el discurso de los paramilitares, yo lo que muestro es esa forma odiosa que ellos tenían de eliminar por simple sospecha todo lo que les oliera a izquierda. Como muestro a la derecha en toda su aberración y a la guerrilla secuestrando, entonces me cayeron ambos.
Usted dice que por esta serie recibe al mismo tiempo críticas de la derecha y de la izquierda ¿por qué cree que eso ocurre?
Yo en esta serie no tomo partido, le doy muy duro a los paramilitares y muy duro a la guerrilla. Un Fidel Castaño diciendo que hay que borrar a la izquierda no se lo está inventando un libretista, eso está escrito, está en los documentos históricos y está en los hechos.
El Consejo Académico de la U. de A. asegura que Tres Caínes ayuda a profundizar estereotipos ¿para usted cuál es el perfil de un estudiante de sociología en Colombia?
Es una persona interesada por los problemas y por los conflictos del país. Es alguien que trata de entender la sociedad y tiene un peso impresionante en ella.
¿Usted cree que Tres Caínes pone en riesgo a los miembros de las comunidades académicas?
No quiero culpar al actor pero revisando el libreto me di cuenta que nunca mencioné una profesión, lo que pasa es que los actores a veces le meten cosas en las escenas, por eso se nombró a la sociología, no se trata de estigmatizarlos. Pero estamos haciendo ficción, así nos basemos en documentos históricos. Otra cosa es que la gente no esté preparada para asimilar lo que la ficción cuenta.
¿Entonces qué responsabilidad le cabe a los realizadores, si como usted dice, algunas audiencias no están en capacidad de asimilar lo que se emite?
El rating dice que el país quiere ver estas historias. La televisión es una industria y es lógico que los canales esperan que se venda. Hay técnicas para definir lo que la gente quiere ver y con bases en ellas se toman decisiones. La única forma de que se regulen estos programas es por parte del Estado, mientras tanto los canales tienen libertad y no lo van a dejar de hacer.
Y desde lo que le corresponde a usted como libretista ¿piensa que Tres Caínes es una serie responsable en la forma como cuenta la historia del paramilitarismo en Colombia?
Estoy convencido, de lo contrario no la habría aceptado, de hecho he dejado de escribir unas cosas impresionantes. Yo no aterricé en Tres Caínes con el tema. Llevo 12 años trabajando en esto y no lo hago por capricho. Soy un investigador social, soy muy responsable con lo que digo en la televisión y sé hasta dónde puedo llegar.
¿Y qué piensa de lo que representa esta serie para las víctimas?
Esta serie se hace para reivindicar a las víctimas, para recordar que existen.
Sin embargo, algunos analistas, incluso las mismas organizaciones de víctimas, aseguran que el conflicto sigue vigente y que no es el momento para que se emita una serie con esas historias.
No hemos madurado como sociedad, entiendo que las heridas que ha dejado el conflicto son profundas, pero hay que hacerlo ya. Esto aporta muchísimo a entender mejor el conflicto. Hay que mostrarle a la gente que la guerrilla tenía una razón de ser en el momento en que nació porque había un país con un pésima distribución de la tierra, desigualdad social, corrupción y una restricción democrática impresionante. Pero la gente también tiene que comprender por qué nacieron los paramilitares. Si la gente entendiera eso, vendrían los resultados del proceso de paz de La Habana y no pondrían el grito en el cielo si en algún momento ven a un guerrillero sentado en el Congreso, preferirían eso a tenerlo dando bala en el monte.
Pero en las universidades públicas se ha estudiado y se ha tratado de entender el conflicto ¿entonces usted por qué cree que estas reacciones vienen de ellas?
Ellos son las víctimas de la corrupción, la plata que se roban los corruptos se la roban a la gente que está en la universidad pública, eso genera resentimientos. Pero también hay mucho sesgo de algunos profesores, es muy difícil comprender neutralmente un conflicto cuando un profesor tirando hacia uno de los dos lados. No son todos los profesores, pero es un hecho que hay un sesgo ideológico en la educación. Si nosotros preparamos profesores neutrales para que digan la verdad sobre la derecha y la izquierda, la gente puede elegir la posición que quiere tener.
Pero también se acusa a Tres Caínes de tener un sesgo ideológico, ¿hay intereses políticos detrás de la serie?
No, aunque cuesta trabajo no trasladar mis posturas personales a una serie. En este caso lo que hay es una investigación muy larga y muy profunda para poner a hablar a los personajes de la forma que hablaban los reales, el que habla no soy yo. Simplemente construyo unos diálogos y esos diálogos tienen dueño. Si habla Fidel Castaño, es Fidel Castaño, y cuando hable "Tirofijo", es "Tirofijo", no Gustavo Bolívar.