Clásico se vivió entre amigos y con tranquilidad
Periodista de la Universidad del Quindío. Cuyabra hasta los huesos y mamá de un milagro llamado Mariana, amante de la salsa y apasionada por el deporte.
Tres horas antes del clásico antioqueño Manuela Pérez y Valentino Gómez, junto a su grupo de amigos, se dieron cita en el estadio Atanasio Girardot para apoyar a sus equipos en el clásico 290.
Seis seguidores del Poderoso y seis del verdolaga aprovechan las horas previas del juego para hacer chistes, armar apuestas y especular sobre el marcador y los anotadores.
“La verdad es que no tenemos muy claro quien va en la delantera del verde, pero espero que ganemos ojalá con gol de Marlos Moreno o Alejandro Guerra”, dijo Manuela, mientras que su novio, en tono más conciliador, le apostó a un empate, yo creo que queda 1-1 con gol de Leonardo Castro.
Pero en lo único que acertaron fue en la presencia de Castro en el gol, claro que fueron dos las celebraciones del delantero rojo que ajustó nueve tantos con el DIM en Liga.
Tras risas, fotos y apuestas los doce amigos, tomaron ruta hacia la tribuna occidental del Atanasio para apoyar a sus equipos con la ilusión de vivir una linda fiesta.
“Desde que podemos volver al estadio juntos celebramos mucho porque así la fiesta es colorida y sin importar el tono de la camiseta disfrutamos el buen fútbol de los equipos paisas.
Al final Valentino y sus amigos salieron felices y junto a ellos sus novias y amigos un poco tristes por la derrota de su equipo, pero con la satisfacción de tener a los dos oncenos clasificados.