Buses con recipientes de basura
Esta campaña no va dirigida sólo a los ciudadanos sino también a los empresarios de buses, pues es de parte y parte que se debe poner el grano de arena para que cese el problema. Este consiste en la costumbre de algunos de arrojar papeles y objetos por las ventanillas de los buses, colectivos y busetas. Lo hacen los pasajeros que se suben con comestibles o que en el mismo carro se los compran a los venteros ambulantes que se suben con permiso del conductor.
Está bien que en el bus se puedan ingerir alimentos, pero está mal que lo que sobra, como las envolturas y hasta restos de la propia comida, vayan a parar al pavimento, al parabrisas de otro carro que viene o a la cara de algún motociclista. Algunos buses tienen recipientes de basura, pero la gran mayoría no. ¿Por qué no se vuelve esto una obligación? Sería un aporte al medio ambiente y a la accidentalidad, pues esa práctica no deja de ser peligrosa.