Dermatología en constante progreso
Prolongar la juventud es prioridad de muchas personas. Para conseguirlo, la prevención y los cuidados profundos son fundamentales. La piel se encuentra en constante regeneración, pero con el paso del tiempo este proceso se hace más lento, lo que ocasiona la pérdida de elasticidad y la acelerada aparición de arrugas.
Por eso, un estilo de vida saludable (alimentación y deporte) y los cuidados adecuados (limpieza, uso de protector solar, visitar con frecuencia al dermatólogo, entre otros) ayudan a mantener el equilibrio de la piel.
Sin embargo, hay un factor determinante, que es causante de los más altos estragos en este órgano: los rayos ultravioletas, estos se constituyen en la principal causa de cáncer de piel y otras graves lesiones. De igual forma, el estrés, la vida sedentaria, la falta de protección y el cuidado que se le brinde, son los directos responsables de las diferentes reacciones que se desarrollen en la piel.
Hoy gracias a los avances tecnológicos y científicos, la ciudad cuenta con un sinnúmero de profesionales comprometidos con la salud del cutis. "Aunque los dermatólogos practican diferentes tipos de procedimientos, desde el nacimiento de la especialidad, durante el último cuarto de siglo se han visto cambios rápidos, debido a la incorporación de avances tecnológicos, de ayuda diagnóstica y elementos como el láser, que permiten procedimientos menos invasivos y poco riesgosos para el paciente.
La dermatología ha dejado de ser eminentemente clínica, para dar paso también a la técnica quirúrgica y a la estética en piel, lo que conduce a la incorporación de estos dos grandes capítulos dentro del currículo dermatológico", comenta Juan Esteban Arroyave Sierra, médico dermatólogo de la clínica Prolaser.
El proceso de envejecimiento de la piel es inevitable. Sin embargo, puede hacerse más rápido o más lento, según los hábitos de vida y las condiciones particulares de cada persona.