DETRÁS DEL “IDEAL”
Estamos en el mundo de lo "ideal": todo el tiempo la sociedad habla de dieta ideal, cuerpo ideal, trabajo ideal, pareja ideal, personas ideales, mundo ideal. Y como a alguien se le ocurre que hay algo ideal, no falta quien haga de todo por seguir lo ideal, a propósito de los desarrollos de la cirugía estética, vale la pena enumerar algunas intervenciones quirúrgicas que siguen el "ideal".
Hace poco se supo que una joven en Corea del Sur se había practicado una curiosa cirugía estética con el objetivo de tener una sonrisa permanente. El procedimiento que se realizó haciendo pequeñas incisiones en las esquinas de la boca, para formar los labios como si siempre se estuviera riendo.
Con igual efecto de no dejar espacio a las lágrimas o a las expresiones de la naturaleza humana que necesariamente no se expresan riendo, un norteamericano aficionado al póquer, se puso botox en el área de las cejas para que no le traicionaran las emociones y gestos involuntarios.
Una mujer en el Reino Unido invirtió 8.000 libras esterlinas, en parecer un transexual, pues le encanta la idea de tener una apariencia andrógina.
Buscando ser "el hombre ideal de la muñeca Barbie" o sea el Ken, un norteamericano se ha practicado 90 operaciones en la búsqueda de la belleza ideal. Así el hombre ideal de la muñeca ideal se haya practicado más de cinco cirugías en la nariz, no será el hombre ideal de quienes preferimos un buen conversador, galante y emprendedor.
En la línea de lo ideal según la ficción, una joven rusa se realizó más de 100 intervenciones estéticas en las que se inyectó silicona hasta lograr tener la boca más voluptuosa del mundo. Su objetivo es quedar semejante a la caricatura de la pareja de un conejo en una película.
Y para quienes admiran a los Elfos, aquellos personajes de ciencia ficción que El señor de los anillos hizo famosos, en Hungría un cirujano plástico deja las orejas puntiagudas como las de los Elfos. Siguiendo con las orejas, un artista pidió a su médico que le pusiera una tercera oreja en el brazo para inspirar una obra de arte.
¿Hemos construido la ciencia para esto? La ciencia nos ofrece un mar de oportunidades para el desarrollo y la calidad de vida. En particular, la cirugía estética abre oportunidades en el campo reconstructivo a pacientes que han perdido sus senos o han sufrido graves accidentes.
¿Sabemos mucho y cada día sabemos más, pero el uso que le estamos dando al conocimiento científico nos dignifica como seres humanos, o simplemente nos hace esclavos?.