Histórico

Envenenados por Acpm

Loading...
22 de abril de 2009

La muerte del niño Silvino Talavera, en Paraguay, en 2003, a causa de la contaminación por agrotóxicos, movilizó a la nación entera. San Paulo, Brasil, se conmocionó por la muerte violenta de Isabella Nardoni en marzo de 2008. No hace mucho Colombia protestó por el secuestro y posterior asesinato de Luis Santiago Lozano, en Chía. La caída a un pozo, el esfuerzo de rescate y la triste pérdida de Nicolasito nos conmovió a todos en el país, hace tres décadas.

¿Qué nos pasa en Medellín que mueren 39 niños al año por infecciones respiratorias, asociadas a la contaminación del aire y no nos percatamos? Tenemos los mayores índices de incidencia de enfermedades pulmonares entre toda la población colombiana. ¿Qué necesitamos para hacernos sensibles y responsables ante tamaña catástrofe social?

Medellín está en una situación crítica de salud pública. Es la ciudad con el aire más contaminado de Latinoamérica. Esto se agravó en los últimos años. En nuestras narices, el aumento del uso de automotores, pero en especial del uso de Acpm en el transporte público, llevó a la ciudad a una situación de emergencia ambiental de la que no nos estamos haciendo cargo.

Las estadísticas de los estudios realizados en los tres últimos años por las principales universidades de la ciudad son contundentes. A las muertes de los niños en Medellín se suma que tienen 50 por ciento más de probabilidades de enfermarse. Las partículas en suspensión superan los 100 miligramos por metro cúbico, muy por encima de los niveles de precaución para la salud definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS): 35 miligramos por metro cúbico, límite admisible establecido por el organismo. Los habitantes sufren 1,6 veces más gripas que los de los municipios vecinos, padecen dos veces más angustia, agotamiento y depresión, y son 50 por ciento más irritables, por causa del aire que respiran. Respecto de Bogotá, los habitantes de Medellín mueren en un 35 por ciento más por causas cardiacas, un 92 por ciento más por enfermedades respiratorias, y la mortalidad por cáncer de pulmón es 3,4 veces mayor.

La primera medida urgente es tener un Acpm de calidad. El año pasado el Presidente de Ecopetrol se comprometió con un cronograma para la mejora de la calidad del Acpm que se vende en la ciudad. Creemos que se debe retomar la propuesta que tenían los concejales de exigir, de manera inmediata, la venta de Acpm importado con especificaciones europeas. La situación no admite medidas distintas. Simplemente estamos respirando un tóxico.

Otra acción urgente es la chatarrización y el control de la calibración de la combustión en el transporte público. Los estudios no dejan margen de duda de que esta es la razón fundamental de la polución del aire.

El Área Metropolitana, y especialmente Medellín, deben acelerar el desarrollo del Sistema Integrado de Transporte que cubra toda el Área y que opere con combustibles limpios. Las razones no son solo de movilidad y competitividad. Ahora se hace prioritario por razones ambientales y para garantizar una ciudad vivible y viable.