Escalofrío y orgullo sintió Nacional en el Atanasio
EL REGRESO DEL equipo verde al estadio fue toda una fiesta. Emociones a granel de hinchas-obreros, de jugadores y cuerpo técnico. Allí jugarán mañana el primer duelo de la semifinal de la Liga ante Tolima. En juego la Cultura estadio.
Las manos le temblaban al sostener la bandera gigante mientras sus ídolos estampaban las firmas sobre ella. Sus ojos abiertos, como los de un niño frente al regalo de Navidad, delataban la emoción.
En plena cancha y después de entonar los cánticos alusivos a Nacional junto con varios compañeros, Jaime Alonso Henao confesó las causas de su euforia: "pisar la cancha del Atanasio con los jugadores, poderlos tocar y hablar con ellos era mi sueño. Ya Dios se puede acordar de mí".
Debajo de su atuendo que lo identificaba como uno de los 200 obreros que le dan el toque final al Atanasio, tenía puesta la camiseta a rayas blancas y verdes. Al casco le puso un escudo del Rey de Copas y con una mano aferraba el trapo que no lo abandona ni para dormir.
Jaime Alonso, de unos 40 años de edad, tocó el cielo cuando el director del Inder, Francisco Gutiérrez, anunció que a la reinaguración este domingo, con la semifinal entre Nacional y Tolima, podrán ingresar como invitados especiales todos los trabajadores que realizan la remodelación, cada uno con un acompañante (son 400).
Un detalle que la Administración Municipal, con el visto bueno de Nacional, quiso hacerles a quienes durante los últimos ocho meses dieron los mejor de sí para tener un estadio a la altura del Mundial juvenil que comenzará en Medellín el próximo 29 de julio.
¡Qué nivel!
Y es que la mañana de ayer fue de sorpresas en el Atanasio Girardot. Los jugadores e integrantes del cuerpo técnico verdolaga recorrieron el escenario, ingresaron a los camerinos, zonas mixta y de calentamiento, probaron la silletería y quedaron gratamente sorprendidos.
"¡Qué nivel!", murmuró Juan David Duque con uno de sus compañeros mientras probaban los confortables muebles que incluyen, además de silla, espacios para guardar sus ropas y calzados en pleno camerino.
Dorlan Pabón, con asombro, y luego de observar el jacuzzi, solo atinó a decir que "debemos aprovechar esto que nos dio mi Diosito y cuidarlo como si fuera de uno".
Macnelly Torres, de amplio recorrido internacional, resaltó las comodidades y "la modernidad, al mejor estilo de los mejores estadios del mundo". Y se alegró, como todo el plantel y los hinchas, de que Colombia herede una gran infraestructura.
El técnico Santiago Escobar calificó como "espectacular" el nuevo Atanasio y confesó gran orgullo. "Da escalofrío por lo que estamos viendo", apuntó minutos antes de saltar a la cancha que asemeja un tapete verde, en el que espera salir campeón. Esa misma grama en la que el obrero Jaime Alonso hizo realidad su sueño.