Fanny, mujer de fuego
Estuve unos minutos contigo hace unos meses cuando llegaste a Telemedellín para una entrevista sobre tangos y arrabales. Esperabas para maquillarte, como una paisa más; te ofrecí mi turno porque me parecía imposible ver a una mujer de tu talla allí, de pies, a mi lado. Tuve la fortuna de decirte en vida: gracias Fanny en nombre de todas las mujeres colombianas porque en ti, nuestro sexo ha demostrado de lo que es capaz, porque nos has hecho quedar muy bien y nos has enseñado a hombres y mujeres que hay que ser atrevidos para vivir, para pensar, para actuar. ¡Al diablo con quienes nos quieren cortar las alas y darnos permiso para posar desnudas o para tomarnos la píldora del día después! Hablamos ese día a otra argentina luchadora y exitosa, nuestra amiga, Blanca Zuluaga, que era como tu hermana y murió no hace mucho tiempo. Casi lloras al mencionarla... Ahora evoco yo a otra paisana tuya, Marta Traba, quien dijo "a Fanny no la recordarán por "La Loca de Chaillot", sino por haber hecho parte de la vida pública". Sí Fanny Mikey, para mí eres mujer otoño, mujer, lo demás son cosas de la vida...
Hace ya mucho tiempo dijiste: "mi verdadero cuento es que tengo proyectos, mi mente está clara y mi corazón funciona... y "lo de abajo", ni se diga... Irreverente siempre, hablaste sin moralejas. Sin necesidad de utilizar la palabra feminismo, diste lecciones sobre el verdadero feminismo, aquel que ama al otro sexo, que no pretende quitarle derechos sino compartirlos, el que no pide al hombre que calle sino que aprenda a escuchar a la mujer... Tu adaptación de "El Monólogo de la Vagina" fue escuchada en más de 200 funciones por ambos sexos; allí la mujer no peleó con el hombre, no le dijo granuja, simplemente contó sus placeres y desventuras. Puso a pensar por medio del arte.
Fanny, arquitecta de imposibles, la primera que posó desnuda para un libro y que usó en Cali vestido de baño de dos piezas; Fanny, la que nos dio la receta del éxito: trabajar mucho y no comer carne, salvo humana, cuando se pueda, y disfrutar la vida a plenitud; ella, la artista, la gozona, la joven de espíritu, la de la pasión y la razón, la que enseñó que el teatro es para todos, la que quiso morir en las tablas y cumplió lo prometido, la que no quiso ser espectadora sino protagonista. Fanny, la mujer fuego...
Me quedo con esta última porque es la que me enseña y la que, ojalá, sea el camino para estas juventudes que a sus 15 o 20 o 25 años no tienen proyectos.
La vida según la Mikey es un eterno proyecto. De lo contrario, vivir es rutina, entonces ¿para qué...?