Los rastros de los Makled en Caracas
EL PATRIARCA DE la familia, Najim Makled, llegó a Venezuela en la década de los 70 con el boom petrolero de la época. Treinta años después la familia había amasado una fortuna gracias a la habilidad de Walid para cobrar favores hechos durante los tiempos difíciles del gobierno.
El 14 de noviembre de 2008 fue el principio del fin para Walid Makled: un tribunal del estado de Carabobo ordenó el allanamiento de la hacienda El Rosario, propiedad de su familia, y encontró 400 paquetes de cocaína.Ese hecho sepultó la candidatura de uno de sus hermanos, Abdalá, que nueve días después participó como candidato a la alcaldía de Valencia en las elecciones regionales de ese año. De haber ganado Abdalá, serían desconocidos los alcances de ese emporio económico.
Pero la historia de Makled comenzó cuatro años antes del allanamiento, en noviembre de 2004, cuando llegó Luis Felipe Acosta Carlez a la gobernación de Carabobo.
Acosta Carlez, militar retirado de la Guardia Nacional muy cercano al presidente Hugo Chávez, fue el hombre que como oficial activo durante la huelga general de diciembre de 2002 tomó los galpones de las cervecerías y refrescos, y los distribuyó entre la población. Walid Makled prestó los camiones para esa operación.
Con Acosta Carlez en el poder, la fortuna y los negocios de Walid Makled se incrementaron. El patriarca de la familia, Najim Makled, llegó a Venezuela en la década de los 70 encandilado con el boom petrolero de la época para trabajar en la venta de telas al mayor y al detal, y treinta años después había amasado una fortuna gracias a la habilidad de Walid para cobrar los favores hechos durante los tiempos duros del gobierno.
Tiempo después, Walid Makled controlaba un octavo del puerto de Puerto Cabello, el más importante del país; recibió contratos millonarios con la estatal petroquímica Pequiven por 7.000 millones de dólares, compró almacenadoras, la línea aérea Aeropostal, invirtió en el diario El Periodiquito de Valencia y acumuló un poder que no pasó por debajo de la mesa, aunque siempre intentó mantenerse de bajo perfil.
Un precio alto
Como era de esperarse, los periodistas advirtieron la rápida expansión de la fortuna e intereses de la familia, y Abdalá, el frustrado alcalde, hoy detenido por el caso del decomiso de la cocaína, comenzó a tejer una madeja de relaciones con los reporteros.
El 27 de junio de 2008 organizó una fiesta vespertina para los profesionales de los medios de comunicación en ocasión de su día.
Un reportero que asistió a la celebración cuenta que no faltó el buen whisky y la comida, pero que lo más insólito fue lo que vino después: rifaron un vehículo Chevrolet Aveo.
"Los perdedores, tal vez frustrados, comenzaron en tono de broma a pedir que rifaran otro: un par de horas después trajeron un auto idéntico para complacer las peticiones".
Orel Sambrano, un columnista del diario Notitarde, conocía esta historia y fue más allá. En enero de 2009 escribió una columna que tituló: "Caso Makled: un artefacto explosivo" en la que afirmó que el Ministerio del Interior y Justicia estaba investigando a los accionistas de la Almacenadora Makled y denunció una donación que Walid Makled le dio al gobernador Acosta Carlez por unos 700 mil dólares.
"La donación llegó a conocimiento del presidente Chávez, quien habría ordenado a Acosta Carlez devolver el dinero recibido y acabar con cualquier vínculo con el citado grupo, además de ordenar una investigación del tema a otros organismos de seguridad oficiales", escribió Sambrano en su última columna.
El 16 de enero de 2009, a la salida de su programa de radio, Sambrano fue asesinado con un balazo en el cráneo por un sicario y la policía responsabilizó a Walid Makled como el autor intelectual.
Este es uno de los cargos que deberá enfrentar ahora que el presidente Juan Manuel Santos autorizó su extradición a Venezuela. Y también deberá explicar el origen de su fortuna, que desde 2005, según un informe de la Fiscalía General de la República, estaba siendo seguida por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Superintendencia de Bancos debido a un reporte de Actividades Sospechosas emanado en abril de 2005 por el Banco de Venezuela.