Mejía dejó su arte grabado

Luis Fernando Mejía es un maestro integral de las artes plásticas. Pintor, dibujante, grabadista.

Y cuando se dice maestro, no es sólo por al calificativo convencional que suele aplicárseles a los artistas. No. Es en el verdadero sentido de la palabra. Muchos son los alumnos que hablan de él agradecidos, especialmente porque aprendieron las difíciles técnicas del grabado.

En los Museos Juan del Corral y de Arte Religioso, ambos de Santa Fe de Antioquia, las salas de exposiciones ocupan buena parte de sus espacios con las obras de este artista antioqueño. Según la directora, Marta Lucía Villafañe, quien, por cierto, fue alumna de Mejía, dice que es difícil jerarquizar la obra de este artista integral. Por eso, en la muestra que exhibe que se titula ¡Maestro!, si bien tiene grabados en técnicas como el monotipo, huecograbado en metal, también tiene pinturas y más que todo, dibujos, porque el dibujo fue la línea conductora de todos su trabajo.

Y en cuanto a temas, tiene series de ángeles, mujeres, paisajes, culpables, personajes, piscinas y otros más. En el Museo de Arte Religioso, están las series de Ángelus y de los Mil Jesuses.

En algunos de sus trabajos, seres inmersos en paisajes urbanos, se observan espacios interiores de la vieja estación del Ferrocarril, en el sector de la Alpujarra, en la época de la restauración del edificio. Humanos desnudos que conviven con el cemento y la arena de los trabajos.

Un elemento singular, que habla de la sensibilidad de Luis Fernando Mejía es un ejemplar de un libro de autor que se exhibe en el Juan del Corral. Es un diccionario hecho a mano, ilustrado y con definiciones muy suyas de los nombres de seres y cosas que le atraían. Los hizo en 1986. He aquí un ejemplo:

Pájaro: Animal vertebrado ovíparo, con plumas, de respiración pulmonar y sangre caliente, cuyos miembros anteriores o alas sirven para el vuelo. Saluda la mañana, regala cantos a la arboleda y al alero, odia las escopetas.