Norcorea juega con candela nuclear
Aún con la condena internacional fresca por la prueba nuclear que realizó el lunes, Corea del Norte le subió el tono a su desafío y lanzó ayer dos misiles de corto alcance desde la costa oriental y otro en la madrugada del miércoles, hora local.
Los misiles tierra-aire y tierra-mar, con un alcance de 130 kilómetros, elevaron la tensión mundial y el temor a que Norcorea este empecinada en desarrollar su propio programa nuclear pese a la prohibición del Consejo de Seguridad de la ONU.
Colombia expresó ayer su "condena enérgica" a Norcorea por esta prueba, asegurando que representaba una amenaza a la estabilidad regional, la paz y la seguridad internacional.
El país comunista argumentó que mientras la comunidad internacional lo presione seguiría defendiéndose.
Ante el ensayo nuclear, el lanzamiento de misiles y la negativa del régimen de Pyongyang a acogerse al llamado mundial, Corea del Sur decidió ayer unirse a la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación de armas de destrucción masiva (PSI).
Esta campaña, liderada por Estados Unidos, contempla la interceptación de embarcaciones sospechosas de transportar estas armas.
La decisión de Seúl podría enardecer aún más los ánimos, ya que Corea del Norte le había advertido previamente que si lo hacía lo consideraría una declaración de guerra.
El poderoso ensayo nuclear
La segunda prueba nuclear realizada por Pyongyang fue más potente que la de octubre de 2006, cuando generó un movimiento sísmico de 3,6 grados, inferior a los 4,5 en la escala de Ritcher reportados el lunes.
Seúl aseguró que el ensayo subterráneo fue tres o cuatro veces superior a las bombas atómicas Little Boy y Fat Man que cayeron en 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki.
Norcorea muestra al mundo su poderío militar y pone en duda su voluntad de continuar el proceso de desnuclearización.
El Consejo de Seguridad de la ONU dijo que la prueba había sido una "clara violación" a la resolución expedida en el 2006 y evalúa aumentar las sanciones al país asiático.
Mientras lo hace, el régimen de Pyongyang no dudó en proseguir la prueba nuclear con seis misiles balísticos, lanzados durante tres días consecutivos.
Norcorea acusó a Estados Unidos de conspirar contra su gobierno y aseguró que cualquier maniobra contra la República Popular de Corea podría ser una invitación al desastre. Asimismo aseguró que la actitud hostil de E.U. continuaba pese al cambio de gobierno.
En abril de este año, Norcorea dio por terminadas las conversaciones para abandonar su programa nuclear, en respuesta a la condena de la ONU por un cohete que lanzó el día 5 de ese mes.
En el 2007 el país comunista aceptó una agenda precisa para desarmar sus instalaciones atómicas a cambio de combustible y asistencia económica. Las conversaciones estaban suspendidas desde diciembre de 2008 ante las diferencias para encontrar un sistema que verificara el cumplimiento de la cláusula.