Histórico

Once colombianos llegaron a la 'Casa de Dios'

LOS EXPEDICIONARIOS NACIONALES coronaron ayer la cima del Kilimanjaro, en África. Una experiencia maravillosa que hace parte de un proyecto de largo aliento iniciado en el Aconcagua hace dos años y que consta de siete cimas.

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04 de octubre de 2011

Allí donde, según Ernest Hemingway, aún se encuentra el esqueleto seco y helado de un leopardo del que nadie todavía se ha podido explicar qué hacía a 5.895 metros de altura, coronaron ayer una maravillosa, pero arriesgada aventura once alpinistas colombianos.

Es el Kilimanjaro, una hermosa montaña cubierta de nieve que emerge imponente en plena selva africana, como que está ubicada en el nordeste de Tanzania y que forma tres volcanes inactivos, como el punto más elevado de ese continente.

Es la Casa de Dios, en la lengua masai (Ngáje Ngái). O el símbolo de la esperanza -por su color blanco- que igualmente lo asocian con las fuerzas del mal, de que habla el pueblo más cercano (Chagga).

Hasta ese copito de nieve, donde la montaña finaliza su grandeza, llegaron los colombianos para alcanzar la tercera cima de la Epopeya Siete Cumbres sin límites, como denominaron la expedición que ya lleva dos años y que plantea otros retos mayores, por Rusia, Alaska y la Antártica.

La misma montaña que subieron Joshua Schumacher, un sudafricano de apenas 9 años de edad en el verano de 2002, y Valtée Daniel, un francés de 87 años, en 2007, fue abordada por once colombianos, quienes clavaron la bandera nacional en lo más alto, mientras el terrible frío, como lo relata Édgar Martínez, les calaba los huesos.

"Esta mañana (ayer), a las 6:30 me llamó Édgar Martínez en representación del equipo, para confirmarme que ya estaban en Millenium Camp después de haber descendido de la cumbre durante aproximadamente cuatro horas", relata Carolina Ahumada Cala, el contacto de ellos en Colombia.

"Todos llegaron bien, inclusive uno de ellos, quien durante el ascenso tuvo un malestar estomacal muy fuerte y estuvo a punto de devolverse. Sin embargo, Juan Pablo Ruiz, jefe de la expedición, se quedó con él más de una hora hasta asegurarse que se sintiera mejor, y para transmitirle -como líder- toda la fuerza del equipo que desde arriba lo esperaba para celebrar juntos ese logro".

El frío, la altitud y las largas horas de camino hacen del ascenso o la bajada un calvario, peligroso y complicado. Pero ellos, con valentía y tesón, lo pudieron hacer después de muchos días soportando vicisitudes.

Nelson Cardona -el primer escalador discapacitado en subir el monte Everest sin oxígeno-, Juan Pablo Ruiz -primer colombiano con dos ascensos a la cumbre del Everest-, Rafael Ávila, Ana María Giraldo, Édgar Martínez, Gloria Olaya, Sergio Vargas, Carlos Rodríguez -médico-, Juan Carlos Ospina, Andrés Saldarriaga, Nelson Cuevas, Nicolás Barrientos, Carlos Alberto Gómez, Julio César Pantoja, Francisco García, Raymond Boddenman, pueden ahora dormir tranquilos. Ya estuvieron en la Casa de Dios.