Histórico

Los testigos

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14 de agosto de 2008

Con ocasión de las investigaciones por la parapolítica ha comenzado a cuestionarse el valor probatorio de algunos de los testigos que han dado origen a los procesos judiciales. A tal punto ha llegado la preocupación, que el presidente del Congreso, Hernán Andrade, habla de la existencia de una especie de "cartel de testigos", que en forma temeraria e interesada señala a diversas personas para obtener beneficios jurídicos.
 
Para un Estado de Derecho como lo es Colombia, no basta con afirmar algo para que sea cierto. Se requiere la sustentación en pruebas obtenidas en forma legal, regular y oportunamente allegadas a los procesos, que demuestren la plena coherencia entre lo dicho y la realidad. El testimonio es uno de los medios de prueba para llegar a la verdad real.

Pero no todo testimonio conduce necesariamente a la certeza. La  ley penal ordena unos criterios para apreciarlo y darle el valor legal. El funcionario debe tener en cuenta el principio de la sana crítica, lo relativo al estado de sanidad de los sentidos por los cuales se obtuvo la percepción del hecho, las circunstancias de lugar, tiempo y modo en que se percibió, la personalidad del declarante y la forma como hubiere declarado.

No puede condenarse a nadie por simples indicios o rumores. Debe haber certeza acerca de la conducta punible y de la responsabilidad del procesado. Es un principio del derecho penal que no puede ser vulnerado por ninguna autoridad judicial. La Fiscalía y la Corte Suprema bien lo saben y han obrado en consecuencia.

En los testimonios de la parapolítica se ha hecho la valoración crítica, dando como resultado la terminación anticipada de los juicios y la consecuente libertad de los vinculados, como en los casos de los congresistas José de los Ríos Negrete, Jairo Merlano, Luis Fernando Velasco, Adriana Gutiérrez y Luis Humberto Gómez Gallo.

El momento político y jurídico que vive la Nación está caldeado. Se oyen denuncias de todo tipo y contra diversos sectores y personas, lo que podría percibirse como una estrategia encaminada a acusar a todos para tratar de que nadie sea responsable finalmente. El país no puede caer en esta trampa. Tiene que derrotar la impunidad y el cinismo, para que no se diga que en Colombia pasa de todo pero no pasa nada.

En aras de esa búsqueda de realidad nos parece pertinente la iniciativa del ministro Fabio Valencia Cossio de  celebrar un Pacto por la Verdad, "por la verdad para todos". El Ministro reiteró que el Gobierno tiene la obligación de apoyar la Justicia y acatar sus fallos...

Hoy más que nunca hay que fortalecer la Justicia para que sea ella quien investigue y sancione a quienes han participado del escabroso maridaje entre la política y los grupos criminales y mafiosos. Actuación que deberá tener como faro el riguroso respeto y cumplimiento del debido proceso y de la sana crítica testimonial. Sólo así llegaremos a la verdad verdadera.