Sobró emoción y el DIM mantuvo el liderato
Entrega hubo, sacrificio sobró y las buenas intenciones fueron muchas, pero el clásico 255 entre Nacional y Medellín fue inferior a las expectativas.
No se puede desconocer que los dos equipos cumplieron con "este partido que era el de no perder", pero la ambición fue por chispazos y por eso el 1-1 terminó de marcador ideal para dos equipos que tuvieron un dominio alterno de las acciones en una noche repleta de alegría en el estadio Atanasio Girardot.
En esta ocasión las ideas fueron escasas, debido a que los encargados de ello jugaron por ratos y aportaron muy poco para el espectáculo. Sin embargo, las 41.437 personas no debieron terminar insastifechas porque la paridad les dejó intacto el honor al no caer con el rival de patio.
Dinámico si fue el compromiso, lástima que no hubo un ganador, ya que haberse repartido los puntos anoche en el estadio Atanasio Girardot fue darle vida a los rivales del cuadrangular A, especialmente al Tolima, que le ganó a Equidad.
Sufrimiento no hubo porque, sin ser el mejor clásico de ambos, todos intentaron alegar y los más destacados terminaron siendo los que no consiguieron los goles.
Para muchos verdes, Luis Alberto pudo ser figura por abrir el marcador a los 69 minutos, cuando un pase largo de Jéfferson Angulo habilitó a Sergio Galván para que abriera el camino. Y por ahí los seguidores rojos seguramente amanecieron hablando del balón cruzado de Iván Corredor para empatar a los 70, cuando los nacionalistas aún celebraban.
No fue así porque el volumen del juego fue mayor en las defensas, sin que esto signifique que las opciones de gol hayan sido elevadas. Pero fue en esta zona donde brilló Estiven Vélez, con buenas descolgadas, y Andrés Felipe Ortiz, quien jugó su mejor partido con el DIM al duplicarse para hacer su trabajo y darle la espalda a su compañero Sanabria.
Por visitar con más frecuencia el arco rival y tener un mejor comienzo, el conjunto verdolaga debió conseguir más en esta segunda fecha de la semifinal. Solo que no tuvo claridad en el remate final y careció de un esfuerzo extra para ganarle a un Medellín que, sin ser el de la parte clasificatoria, volvió a jugar bien por ráfagas debido que Iván Corredor apareció por raticos.
Aunque ambos prometieron salir por la victoria, y por ahí lo hicieron por raticos, con el pasar de los minutos y ante la demora de los técnicos para hacer los cambios, quedó evidenciado que tanto Nacional como Medellín vieron que el mejor negocio era no perder y se conformaron con un empate en un partido que prometía más y terminó ofreciendo muy poco por falta de más ambición.