Túnel de Oriente: sería de esperar...
La construcción del túnel de Oriente en que está tan empeñado el actual Gobernador de Antioquia necesita un debate más a fondo y urgente de la conveniencia de hacerlo ya. Hay razones para pensar lo contrario.
A estas alturas de la discusión, que con sobradas razones se ha armado entre los antioqueños sobre la necesidad y la conveniencia o no de que se gasten muchos miles de millones de pesos (por ahora los contratistas-concesionarios hablan de trescientos mil millones) del fisco departamental de Antioquia en la construcción del túnel de Oriente, sería de esperar muchas cosas del gobernador Luis Alfredo Ramos, antes de firmar compromisos y dar la orden de iniciar trabajos, como ya se anuncia.
Sería de esperar que se analizara a fondo la propuesta que recientemente lanzó este diario en su editorial, en el sentido de que el túnel no sea para automóviles y buses sino para extender el Metro. Al menos se merece una posición al respecto, con el debido y completo sustento.
Sería de esperar que el Gobernador escuchara y considerara que claramente existe al menos una alternativa muchísimo más económica que la del túnel, como es la segunda calzada entre las glorietas de Sancho Paisa y de Sajonia, solución que, si se quiere, puede considerarse al menos suficiente por un buen tiempo.
Sería de esperar que no se tomara tanta premura para iniciar la construcción, siendo claro e indiscutible que no se ha hecho una programación en el tiempo de nuevas conexiones Aburrá Oriente ni estudio alguno que muestre cuándo se saturará el sistema vial existente y para cuándo será necesario el túnel, siendo que apenas ahora estamos estrenando la doble calzada.
Sería de esperar que se reconsiderara a fondo quiénes van a utilizar el túnel y quiénes se van a beneficiar de su construcción ahora. No será para movilizar carga, que es una función muy, si no la más importante de toda carretera. No es para que la gente trabaje en Medellín y vaya a dormir en Rionegro: ¡no! No es eso lo que se quiere ni para lo que se prepara esa región.
No será para los habitantes de la parte sur de El Poblado ni mucho menos para los de Envigado y los demás municipios al sur o al norte del Valle de Aburrá. Tampoco para los habitantes al sur y al oriente de Rionegro ni en general para los campesinos de esos otros municipios, quienes requieren con urgencia vías de penetración, pero para nada un túnel como este.
Sería de esperar también que el señor Gobernador fuese muy cuidadoso y escrupuloso con el arreglo que le toca hacer "de tú a tú" sobre el dinero por poner por cuenta del Departamento (entre cero y los trescientos mil millones de pedido que se mencionan arriba), sin proceso concursal alguno, sin competidores, por el empeño en hacer ya el túnel si finalmente lo decide. (¿No requerirá ello aprobación de la Asamblea Departamental? Debería requerirla).
Finalmente, sería de esperar también que se viera que quienes han salido a opinar a favor de la pronta ejecución del túnel han argumentado cuestiones de gusto y que genera desarrollo. Con todo respeto, una concepción muy equivocada del desarrollo.
Pero no se ha visto que nieguen o que discutan siquiera la validez de los argumentos de fondo que hemos aportado quienes consideramos que acometerlo ahora es un lamentable despilfarro.