Histórico

Un tango por un poema de Evaristo Carriego

El espectáculo tanguero de danza, canto y teatro se vive esta noche en el Pablo Tobón.

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24 de abril de 2013

Esta noche es la única oportunidad que tienen los aficionados a la música argentina para disfrutar del tango sin compadritos, del tango sin malevos y sin cuchillos de Evaristo Carriego.

Un tango por un poema. Este es el título del espectáculo de baile y dramatización de la Academia de Baile El Candombe, bajo la dirección de Johnny Blandón, que ganó la Beca de Creación de la Secretaría de Cultura Ciudadana, el año pasado.

Y es también una deuda que los artistas comienzan a pagarle a Evaristo Carriego, el poeta nacido en la provincia de Entre Ríos, Argentina, en 1883 y muerto en Buenos Aires en 1912. Esa corta vida, como si hubiera sido ayudado por fuerzas invisibles, fue suficiente para que marcara caminos que habría de recorrer el tango en lo sucesivo. Y los dejó trazados en sus poemarios Misas herejes, La fonda, La canción del barrio, La bandera celeste, Vida del General Lamadrid, Vida y muerte en Aragón, La muerte del cisne y Tu secreto, y en el libro de cuentos Flor de arrabal. Volúmenes tan llenos de poesía que hasta Jorge Luis Borges, tan exigente, destacó, porque pinta el universo del tango. Borges lo evoca, lo reconstruye, aunque dice que lo suyo son recuerdos de recuerdos, porque Carriego murió cuando él tenía 12 años.

Dicen que siempre vestía de negro.

Laura Cecilia Bedoya, socióloga, tomó esa obra para elaborar el guión.

"Casi todos los compositores bebieron de ese universo pintado por Carriego —indica Laura, quien agrega:— lo irónico es que jamás musicalizaron un poema suyo en tango. Los hay, pero en ritmos del Sur de Argentina".

El espectáculo incluye canto en vivo, en la voz de Carolina Monsalve; música de Astor Piazzolla, Enrique Cadícamo, Aníbal Troilo y varios más.

Escenas de café de bohemios, con gramófono y organito; esquinas de barrio con hombres de overol que interpretan con su baile una metáfora que alude a perros...

En fin, quien quiera hacer parte de este homenaje a Evaristo Carriego no tiene sino una oportunidad: la de hoy. Así que debe volar al teatro.