Una brigada muy solidaria
El deseo de ayudar es tan fuerte en algunas personas, que a veces hasta se sacan la comida de la boca para dárselas a los necesitados.
Es el caso de Leticia Díaz, una señora que muchas veces desocupa la nevera de su casa para llevarles alimentos a ancianos de asilos pobres o a niños de la calle.
Como ella, un grupo de más de 20 personas de Medellín se dedica a brindar asistencia social y de reeducación en la ciencia del vivir a ancianos y personas de la más baja escala económica, aquellas que están prácticamente abandonadas y solas, sin ninguna protección.
Su punto de reunión es una casa vieja ubicada en la calle 58 No. 50A-36, llamada Gran Fraternidad Universal, donde discuten, planean y se cranean rifas, colectas y diversas maneras de generar recursos para llevarles a los elegidos.
"Hacemos como principal tarea visitas a hogares de ancianos y atendemos a niños de escasos recursos, no sólo con alimentación y donaciones sino también con programas culturales, clases de yoga y programas recreativos", explica Antonio Acosta, el líder de este grupo. Una brigada de acción que va de asilo en asilo para hacerles acompañamiento espiritual y material, en la medida de sus posibilidades, a los ancianos que más sufren.
"Llevamos diez años acompañándolos, el grupo se va renovando, pero algunos están desde el inicio, trabajamos con el voluntariado municipal y es un servicio totalmente desinteresado", añade Antonio.
El grupo también asiste al Dormitorio Social, el programa de la Alcaldía de Medellín para los adultos de la calle, donde dan apoyo social y algo de consuelo.
"Sería bueno que a estas personas no les dieran en la mañana sólo tinto, sino de pronto aguapanela con pan o algo de comer, en el día ellos sufren mucho", dice Leticia.
A los niños
Este colectivo, que saca plata de sus propios bolsillos para poder desarrollar sus tareas, también tiene programas para los niños. Incluso cuenta con dos profesores de pintura que han puesto a muchos niños de escasos recursos en importantes eventos de exhibición de obras.
Pero para su labor requieren recursos, como pinturas, pinceles y caballetes, todo lo que sean materiales para que los pequeños puedan tener una buena iniciación en las artes.
Este mes es para ellos el del anciano y piensan visitar el mayor número de asilos posible. Para ello necesitan recursos y por eso acuden a la solidaridad de los medellinenses en el teléfono 254 6039. No los deje solos.