Histórico

Valdano y sus ideas en blanco

EL EXCAMPEÓN DEL mundo y referente del Real Madrid en varios puestos, habla de la relación Barcelona-Real con su estilo único.

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01 de octubre de 2011

Volvió a ser Jorge Valdano, argentino de Santa Fe, un exfutbolista de 55 años que fue campeón del mundo con su país y que vivió días de gloria jugando con el Real Madrid, del que luego fue entrenador y director general, hasta que, a finales de mayo, el presidente Florentino Pérez optó por hacerle caso al entrenador José Mourinho y prescindir de quien había sido su mano derecha.

La historia del conflicto con Mourinho fue fulgurante. Al portugués no le gustaba que Valdano tuviera el mando que tenía; primero hizo que desapareciera del contacto con el primer equipo, e incluso prohibió su presencia en viajes. El punto culminante fue una declaración de Valdano indicando que, frente a la denuncia que hacía Mourinho (le faltaba, decía, un delantero), la evidencia era que uno de los mejores, Benzema, había estado siempre en el banco.

La tensión fue en aumento y, al final, como explicó en su despedida el propio Valdano, 'Florentino dejó claro el vencedor' en ese choque de personalidades. Desde que dejó el club, ha vuelto a ser Jorge Valdano. Pero, el silencio que mantiene sobre la conducta de Pérez dice más que mil palabras. Respecto a Mourinho, Valdano no pronuncia ni una palabra polémica ni un comentario desdeñoso, aunque de lo que dice o sugiere puedan extraerse metáforas.

Ha regresado a la cadena SER como comentarista; y en las emisoras de Unión Radio comenta ahora el juego del equipo en el que ya no está, y lo hace con la disciplina profesional que le manda su idea del fútbol, sin que se advierta más allá de lo indispensable su corazón blanco.

Los Madrid-Barça de los últimos tiempos se puede identificar con dos concepciones del fútbol. ¿Cómo los analiza?
"Hay una parte apasionante, la futbolística, de tremendo choque de fuerzas. Luego está el discurso de cada uno. Si no somos capaces de moderarlo, va a terminar provocando algún terremoto en las franjas de las aficiones más apasionadas, menos pensantes".

En la final de la Supercopa, se puso de manifiesto ese peligro que usted denuncia. Los futbolistas y su entorno se pelearon. ¿Cómo lo vivió?
"No tengo humor para analizarlo. Está de más decir que no me hizo ninguna gracia. La violencia convertida en espectáculo es denigrante".

¿Cómo está su ánimo?
"Estoy bien, tengo gran capacidad para pasar página. También una buena gimnasia: la vida me hizo pasar página muchas veces. Y aprendí también a separar lo importante de lo que no lo es".

Pero con memoria...
"La memoria existe siempre. Lo que no voy a ser capaz es de cambiar mi visión del Real Madrid y del fútbol como juego, como fenómeno social, como espectáculo y negocio. He dado la vuelta entera alrededor del fútbol. Todo me ha ayudado a entender lo que es. A veces se aleja de mi ideal, a veces se acerca, pero yo siempre estoy en el mismo lugar".

¿No tiene la sensación de que el fútbol está en momentos sombríos?
"El mundo se está transformando. Si uno se va un año y regresa a este mundo, se encuentra con que Mubarak está encarcelado, Libia ya no es Libia, E.U. ya no es AAA... Y las visiones que la gente tiene sobre las cosas también van cambiando. Todo aquello que tiene un valor de cambio, una casa, un carro, es muy difícil de conseguir, si no imposible, y genera desilusiones".

¿Se da en el fútbol?
"Claro. Clubes como el Real Madrid se sienten beneficiados de todo lo que ese equipo ha conseguido. Pero también se sienten obligados a llenar todas las expectativas, y siempre se está al borde de defraudarlas. Si uno queda segundo, no es digno; si uno no se comporta adecuadamente, no es digno; si uno se equivoca en un adjetivo en una rueda de prensa, tampoco. Esa expectativa desproporcionada hay que volver a equilibrarla para devolverla a una realidad muy simple: que el Real está compitiendo con un club que vive el mejor periodo de su historia. Hay que observar ese fenómeno sin resignación".

¿Cree que en esos famosos Madrid-Barça se están jugando dos concepciones del fútbol?
"No concepciones, sí dos estilos. Uno más táctico y más físico, y otro también táctico, pero que gira más alrededor de la pelota y cuya línea de diferenciación más clara con respecto a cualquier otro club, no solo de España, sino del mundo, es técnica colectiva".

¿Cuál es, según usted, el porvenir de esa dicotomía Madrid-Barça?
"El Madrid ya mira a los ojos al Barcelona, y eso tiene mucho mérito. Creo que su principal virtud fue ahogar al Barcelona en la salida (en los partidos más recientes). Recuperaba la pelota en posiciones adelantadas y cada robo producía sensación de peligro. Cada partido que vemos es un laboratorio para los entrenadores, y tengo mucha curiosidad por saber cómo va a resolver Guardiola en diciembre el tipo de dificultades que le ha creado el Madrid en estos últimos enfrentamientos".

La frase
"Menotti dijo que el 95% de los entrenadores quieren ser Guardiola. Lo que ha conseguido el Barça tiene algo de sueño platónico. Reconocer eso no es una traición madridista, es un reconocimiento"
Valdano
Comentarista de la cadena SER