Y dele con los niños
¿Hasta cuándo vamos a tener que seguir registrando hechos que tienen como hilo conductor el abuso contra los menores?
¿Será que ya no es tiempo de actuar como sociedad y evitar que ellos sigan siendo las principales víctimas de tanta descomposición, de pérdida de valores y de explotación?
Cuando no es que los usan para cometer delitos o para ponerlos a trabajar en la mendicidad, a los menores se les engaña y explota en las perversas redes de prostitución y pornografía infantiles.
Y no es sólo por parte de los mismos colombianos, sino que es cada vez más descarada la participación de ciudadanos extranjeros en estas actividades delictivas. Medellín tiene que hacer una cruzada por los valores y el respeto de los derechos de los menores. Con la ayuda ciudadana, las autoridades deben desarticular estas estructuras del crimen.