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Expertos defienden la explotación petrolera

Profesionales y académicos desvirtúan mitos sobre los impactos del sector petrolero.

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Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.

25 de abril de 2016

La revocatoria de la licencia ambiental del bloque petrolero Serranía, por su supuesto impacto ambiental negativo en las reservas naturales de la sierra de La Macarena, departamento del Meta, provocó que especialistas se pronunciaran en contra de la decisión y negaran tales efectos dañinos.

La Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet) señaló que la industria petrolera realiza sus operaciones con respecto al medio ambiente y protege las cuencas hidrográficas, así como la fauna y la flora de los ecosistemas.

“Las actividades de exploración, desarrollo, producción y transporte de hidrocarburos solo se desarrollan en áreas que sean compatibles con la protección y preservación de la biodiversidad colombiana”, enfatizó el gremio.

Tras una reunión con los jefes de las facultades de Geología, Ingeniería de Petróleos y Geofísica, entre otros, Acipet y los académicos expresaron su preocupación frente a “la estigmatización que viene teniendo el sector petrolero como una amenaza para los ecosistemas y la biodiversidad en algunas regiones del país, basado en opiniones sin el suficiente soporte técnico y científico”.

Explicaciones científicas

Por su parte, Leonardo David Donado Garzón, presidente de la Asociación Colombiana de Hidrogeólogos (ACH), sostuvo que tras la noticia de la revocatoria de la licencia se han difundido informaciones erróneas “sobre supuestas pérdidas de volúmenes de agua de ríos y acuíferos por las actividades propias de la industria de hidrocarburos. Esta información se ha basado en conceptos erróneos emitidos por fuentes no oficiales”.

Donado explicó que “en los yacimientos convencionales, el petróleo se encuentra mezclado con gas y agua (usualmente más salada) a grandes presiones y profundidades por debajo de 1,5 kilómetros.

“Esto quiere decir que las formaciones rocosas de donde se extrae el petróleo no tienen conexión hidráulica con cuerpos superficiales, sean estos ríos o humedales y tampoco con los sistemas acuíferos que normalmente están por encima de estas cotas de perforación, pero que además se encuentran separados de las formaciones productoras por cientos de metros de rocas impermeables que restringen el flujo de los cuerpos de agua dulce a las formaciones más profundas”, añadió.

La ACH también argumentó que los pozos petroleros son estructuras que en su diseño se aíslan de las capas superiores que contienen cuerpos de agua dulce (sean ríos o acuíferos), con concreto hidráulico estructural y sellos sanitarios impermeables, cosa que evita la contaminación de los cuerpos de agua.