Un nuevo caso de acoso sexual se presentó el pasado lunes en el Metro de Medellín. Una pasajera grabó el momento exacto en el que un hombre toca en repetidas ocasiones y sin consentimiento a otra de las pasajeras.
Tras algunos minutos de grabación, la joven increpó al agresor, quien se limitó a responderle: “yo estoy en mi vida y usted en la suya”.
La denunciante confirmó que se dio cuenta de lo que sucedía porque vio a la víctima muy incómoda y pegada a la puerta, y al hombre muy cerca de ella.
Lea también: Protocolo contra el acoso callejero, aún en pañales
“No estoy dispuesta a seguir tolerando este tipo de acoso, a hacerme la de la vista gorda o simplemente a no ayudar a una mujer que se encuentre en situación de abuso o peligro”, escribió la mujer que grabó y compartió el video en redes sociales.
EL COLOMBIANO pudo establecer que las mujeres buscaron ayuda de la policía en la siguiente estación y que ya se instauró la respectiva denuncia.
El Metro de Medellín emitió un comunicado en el que dio más detalles del caso. “En este caso puntual presentado el pasado lunes 8 de julio, la víctima fue atendida de manera oportuna por la Policía y nuestro personal en la estación, lo que permitió la captura del presunto implicado”, indicó el Metro.
La empresa de transporte masivo rechazó “cualquier acto de intolerancia, acoso, agresión y/o violencia” y recordó que una situación de acoso o abuso sexual es considerado una emergencia y por eso el pasajero afectado puede oprimir el botón rojo para ser auxiliado por el personal y la Policía.
Le puede interesar: Si usted es víctima de acoso en el metro, puede activar el botón rojo
Es un delito
La abogada Adriana Alquichides aseguró que, para ella, en este caso se configura el delito penal de acto sexual violento contemplado en el artículo 206 del Código Penal. “Esta conducta debe considerarse reprochable Como quiera que este tipo de personas valiéndose de su condición dominante en una sociedad aún muy machista, realiza este tipo de actos abusivos con mujeres entendiendo que existen unos amplios niveles de impunidad en este tipo de casos”, explicó.
Alquichides agregó que los medios de transporte y espacios públicos deben ser espacios seguros para el ejercicio del derecho de las mujeres y que actos como el ocurrido el pasado lunes “denotan a una cultura machista sobre la cual es necesario que las administraciones municipales y departamentales continúen trabajando”.
En caso de ser víctima de abuso o acoso —en cualquier espacio de la ciudad— usted puede comunicarse con la línea de emergencias 123 que tiene un componente social y otro dedicado a las mujeres. Además la Consejería Presidencial para la Mujer creó la línea 155, que funciona en todo el país, y en la que las víctimas de acoso o abuso pueden recibir atención.
Además del delito de acto sexual violento, el acoso sexual también es reconocido como delito en el Código Penal (artículo 210A) que le impone penas de 1 a 3 años de prisión a quien “acose, persiga, hostigue o asedie física o verbalmente, con fines sexuales no consentidos, a otra persona”.
La denuncia se puede interponer en la Policía o en el Centro Atención Integral Víctimas de Abuso Sexual, Caivas, de la Fiscalía, ubicado en el sector de San Diego.
De acuerdo con la encuesta de Percepción Medellín Cómo Vamos de 2018, el 60 % de las mujeres de Medellín no se siente segura en el espacio público y el 46 % siente que hay poco respeto hacia ellas en las calles.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad, entre 2016 y 2018 más de 1.655 mujeres han reportado casos de acoso, a través de la línea única de emergencias 123.