viernes
7 y 9
7 y 9
Que una estudiante afrodescendiente no sienta vergüenza por su cabello ni tenga que ocultarlo por la discriminación, y que un joven indígena no sea objeto de burlas o señalamientos por su identidad. Estos son solo algunos de los propósitos de la actualización, con enfoque diferencial, de los manuales de convivencia de los colegios de Medellín.
El proyecto comenzó en 2016 y ya ajusta tres años. Su fin es garantizar el desarrollo de la libre personalidad en las instituciones, sin distinción de la etnia, orientación sexual o identidad de género.
Rafael del Cristo Vásquez, profesional de Apoyo y Gestión de la Secretaría de Educación, indicó que la ciudad ahora cuenta con manuales ajustados a la Constitución Política y las normas que regulan estos procesos en el país (la Ley 115 de 1994, la Ley 1620 de 2013, de convivencia escolar, y la Sentencia de la Corte T478 de 2015).
“Somos la única ciudad del país con una plataforma en línea para que los establecimientos carguen ahí su manual de convivencia y reciban retroalimentación”, dijo.
Así, de 613 establecimientos educativos evaluados por la Secretaría, un total de 590 instituciones actualizaron sus manuales en la plataforma creada para su evaluación, lo que representa un cumplimiento del 96%.
De esas 590, fueron revisados por primera vez 481 manuales y están pendientes 109.
A la fecha, el 12% de estas instituciones (56 colegios) no ha dado cumplimiento a las orientaciones de mejora tras una primera revisión de la inspección. El 7% (32 entidades) tienen plazo para actualizar sus manuales de nuevo en la plataforma antes de julio.
Roldán explicó que la revisión de un solo manual puede tomar hasta cuatro veces y que de incumplir con los requerimientos las instituciones pueden exponerse a amonestaciones verbales, sanciones económicas o cancelación de la licencia.
“No es solamente un cambio dentro del manual, o un requerimiento de la Secretaría. Un enfoque diferencial implica un cambio de pensamiento”, concluyó el abogado de la oficina inspectora.
Roldán agregó que, a pesar de los pendientes, la estrategia que propone manuales de convivencia más equitativos ha reportado buenos resultados, los estudiantes “comienzan a verse reflejados en los manuales como antes no lo hacían”.
Una de las instituciones pioneras en la actualización de estos manuales con el enfoque diferencial fue el Inem José Félix de Restrepo, en la comuna 14 (El Poblado).
Irene Madrigal, coordinadora de la institución, explica que para la comunidad educativa del Inem el manual de convivencia es como una bitácora o guía. “No es letra muerta, nos apoyamos cada día en el manual como manera efectiva de resolver nuestras dificultades”, dijo.
Entre las reformas de este documento en el Inem, Madrigal destaca la de finales de 2018, en la que buscaron establecer protocolos para permitir que los estudiantes pudieran elegir el tipo de uniforme que querían portar de acuerdo a su identidad de género.
La concejal Daniela Maturana, quien lidera la comisión accidental del tema, destacó la importancia de este trabajo para que en ninguna institución los estudiantes sean vulnerados en sus derechos y comentó que, cuando inició el proyecto, el 80% de los manuales evaluados no cumplían con el enfoque étnico diferencial. Hoy, dijo, con la retroalimentación de las autoridades la proporción de los manuales que aún no han hecho estos ajustes es del 50%. .