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Cuatro presuntos integrantes de una organización que atemoriza a los residentes de la comuna de Manrique, en el nororiente de Medellín, fueron arrestados en una operación conjunta de la Policía Metropolitana y la Dirección de Fiscalías contra la Criminalidad Organizada.
Se trata de la banda de “La 30” o “La Oficina de la 30”, que se dedica al tráfico de drogas, extorsiones, desplazamientos forzados y homicidios desde hace 20 años, en asocio con “la Terraza”. De acuerdo con los cálculos policiales, generaría por los menos 960 millones de pesos anuales por sus rentas ilícitas.
Según el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, la estructura delincuencial tiene injerencia en los barrios Manrique Oriental, Versalles, La Honda, El Raizal y el parque Gaitán, así como en los sectores conocidos como Trasmayo, Villa Roca y La Montañita.
El operativo se realizó en la mañana de este miércoles 4 de diciembre, cuando los uniformados realizaron 10 allanamientos en Manrique Oriental y uno más en la Loma de los Bernal, al otro extremo de la ciudad. Fuentes cercanas al caso informaron que detuvieron a cuatro supuestos integrantes, pero otros ocho lograron evadirse.
Entre los procesados estaba el principal objetivo: Blady Orley Navarro Bedoya (“Blady”), de 44 años y presunto cabecilla de la facción, quien residía en un apartamento de la Loma de los Bernal y tiene antecedentes por uso de documento falso en 2011.
En Manrique capturaron al supuesto coordinador Héctor Javier Muñoz Villa (“Gare” o “Gareto”), de 47 y con antecedentes por el delito de amenazas; al presunto sicario Bernabé Ángel Acevedo Alzate (“el Mico” o “Carevieja”), de 47; y a Johan Cuartas Cardona (“Johan”), de 30, quien portaba estupefacientes.
En total, las autoridades incautaron 106 gramos de marihuana, 19 de basuco y 6.3 de cocaína; al igual que cuatro celulares, $97.000 en efectivo y una colección de seis relojes de lujo.
La banda está implicada en dos desplazamientos forzados y dos intentos de homicidio, según el expediente. El primer caso sucedió en 2013 y la víctima fue un hombre que no quiso pertenecer a la organización, por lo cual fue intimidado y expulsado del barrio.
El otro caso fue en 2016, cuando se desplazó un núcleo familiar completo porque “la Oficina de la 30” quería reclutar a uno de sus miembros, a quien además le hicieron un atentado.
Y en agosto de 2019 volvieron a atacar, tratando de matar a una persona para evitar que los denunciara por el homicidio de su hermano; el ciudadano sobrevivió.
Las audiencias de control de garantías avanzan este jueves en el Palacio de Justicia de Medellín, donde la Fiscalía les imputará cargos por concierto para delinquir, desplazamiento forzado y tentativa de homicidio.
El máxima jefe de “la Oficina de la 30”, Fernando Alonso Rivera Rojas (“Nano”), está detenido desde el 4 de mayo de 2018, cuando la Policía lo capturó en el municipio de Guarne. La Fiscalía lo procesó por concierto para delinquir agravado, tentativa de homicidio, cuatro desplazamientos forzados, uso de menores en la comisión de delitos y porte ilegal de armas.