Un aire diferente, más sano, están respirando los ambientalistas por estos días. Y no es precisamente porque la contaminación haya bajado. Ese buen ambiente se ha generado por cuenta de un proceso de concertación que vienen abordando con los constructores para dirimir los interminables conflictos por el impacto de las obras de infraestructura.
Fe del buen resultado de las audiencias ambientales, promovidas por el Área Metropolitana, da José Fernando Álvarez, coordinador de la Mesa Ambiental de El Poblado. Asegura que ahora les explican y consultan los proyectos antes de ejecutarlos.
“Hemos tenido la posibilidad de indagar y cuestionar los procedimientos que los constructores llevarán a cabo”, indicó Álvarez.
La suspensión de la obra de la 34, en la que se contemplaba la tala de al menos 100 árboles, fue decretada por el Juzgado Cuarto Oral de Medellín, el pasado 4 de marzo, tras realizarse un inventario por parte del Área Metropolitana y la comunidad.
Según, María del Pilar Restrepo, subdirectora Ambiental de la entidad, lo sucedido con la 34 es un ejemplo del alcance de las audiencias ambientales.
“La Mesa Ambiental manifestó su inquietud. Se reunieron con la comunidad de Provenza, otras instituciones, Alcaldía, Fonvalmed. Fue un encuentro tranquilo. Se conversó, escucharon las inquietudes de la comunidad y programaron una visita. Ahí les explicaron los árboles que se intervendrían y les comentaron las dificultades para transplantar”, comentó Restrepo.
Por ahora, el Área Metropolitana continuará realizando las audiencias ambientales en próximos proyectos de infraestructura. Se espera que para obras como el tranvía, los cables o futuras vías se adelante ese proceso.
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