viernes
7 y 9
7 y 9
Algunos de los próximos alcaldes del Valle de Aburrá tendrán que hacer esfuerzos adicionales para realizar los planes de desarrollo de sus municipios.
De las 10 ciudades de la región, siete bajaron los indicadores de déficit en 2014 con respecto a 2011 —cuando recibieron las administraciones— y cuatro tienen ese débito público superior a los 2.500 millones de pesos.
En Itagüí, Sabaneta, Bello y Barbosa, municipios con déficit más alto, los nuevos gobernantes tendrán dificultades en 2016 y deberán racionar los recursos para no enfrentar una crisis o la bancarrota.
Así lo reportó el último informe del Departamento Administrativo de Planeación de Antioquia, que toma como base los informes de la Contraloría departamental, y que estableció un comparativo entre el año 2014 y el 2011, cuando asumieron las nuevas administraciones (ver gráfico).
María Eugenia Ramos, directora de Planeación, desestimó una alerta roja en las cuentas de los municipios que mostraron un comportamiento más negativo de su déficit, pero corroboró el crecimiento de esas cuentas.
“Muchos de estas ciudades realizaron grandes obras de infraestructura para lo que requirieron préstamos. Lo importante es qué, por ejemplo, Itagüí, tiene capacidad de endeudamiento”, dijo Ramos.
Para el diputado Adolfo León Palacio, la situación de ese municipio del sur del área metropolitana, es la más preocupante de toda la región. Indicó que allí se presenta el déficit más alto de 2014, que es superior a 50.000 millones.
“Los ingresos corrientes de Envigado, por ejemplo, son más altos pero los gastos de funcionamiento de Itagüí son mayores. La deuda pública en Envigado es muy baja y la de Itagüí crece, lo que indica que el problema es grave”, apuntó.
Según, el secretario Jurídico de Itagüí, Jorge Eliécer Echeverri, el déficit de su municipio es manejable y se traduce en las grandes obras de infraestructura que ha realizado la administración.
“Aquí no cobramos valorización a los habitantes, y se hicieron grandes proyectos como la renovación del parque central y la pavimentación de las vías”, afirmó.
Una mención aparte hizo Palacio a Sabaneta, en donde—acotó—se verá limitada la capacidad de inversión del gobierno entrante debido al déficit de 21.278 que ostenta.
En Bello, donde según Planeación el déficit supera los 24.000 millones de pesos, prefieren mirar la reducción que se logró, al recibir de la anterior Alcaldía uno de 80.000 millones de pesos.
Guillermo León Galvis, secretario de Hacienda de Bello, explicó que del total del déficit, 16.000 millones son de recursos propios y los otros son por convenios con el instituto del Área Metropolitana.
Añadió que “es un déficit moderado” y justificó las cuentas en que “los municipios, para poder cumplir con sus planes de desarrollo, tienen que endeudarse”.
Barbosa, entre tanto, también aparece en la lista de los municipios que presentan el indicador negativo, y según Palacio presenta un deterioro en su deuda fiscal del 3 por ciento, lo que para la densidad poblacional y los recursos que maneja es alto.
“El endeudamiento debe ir al ritmo de la inversión que no los lleve más allá de las posibilidades reales y de crecimiento de sus propias rentas”, aseguró Palacio.
Las cuentas de Medellín son revisadas por la Contraloría municipal y se entregan a través del Formulario Único Territorial. Aunque tienen grandes inversiones por mega obras como Parques del Río y el Tranvía, cuentan con recursos de EPM y el Fondo Medellín para la Vida, que le da solvencia financiera y capacidad de endeudamiento.