Familia de la comuna 13 se reencontrará este domingo con su familiar tras 40 años

A María Rosalba Bedoya le arrebataron a su hija y le dijeron que había muerto hace cuatro décadas, pero por fin podrá conocerla. La familia pide ayuda para transportarse hasta el aeropuerto.

La familia Bedoya se levantó en la Comuna 13 y, tal que cientos de familias, fue víctima del conflicto urbano. FOTO: JULIO HERRERA

Todo empezó hace dos años. Una sobrina de Adriana Bedoya vio en Facebook la publicación de una mujer que decía estar buscando a su familia tras saber que había sido adoptada y llevada a Estados Unidos y separada de su madre biológica en la Comuna 13. Lo que llamó la atención de la joven es que la mujer se parecía a su tía Adriana y que su relato aludía curiosamente a algunas características de su familia.

Entonces le contó a Adriana y se pusieron en contacto, y a través de ese diálogo Adriana empezó a convencerse de que podría tratarse de una hermana. Sin embargo, en ese momento prefirió no contarle nada a su madre ni al resto de su familia. Acordó con la mujer que se harían una prueba de ADN y dos meses después llegó el resultado. El examen arrojó que había más de un 99% de probabilidad que fueran hijas de María Rosalba Bedoya. Ahí supo Adriana que era momento de tener una charla con toda la familia.

Cuando Adriana contó la primera reacción de doña María Rosalba fue de rechazo. Negó completamente que esa mujer fuera su hija pues dijo que, aunque con sacrificios tremendos, había logrado levantar a todas sus hijas y nunca se había separado de ellas al criarlas. Pero días después llamó a Adriana, que vive en Robledo, hasta su casa en la comuna 13. Allí les narró una historia que había tenido enterrada hasta ese día.

Cuatro décadas atrás, cuando se encontraba en embarazo, doña María Rosalba presentó un sangrado. Fue a urgencias y lo único que recuerda es que despertó dos días después. El médico le dijo que había tenido un aborto y que la niña que esperaba había nacido muerta y la enviaron a casa. Ahora, después de tantos años, había podido atar los cabos que quedaron sueltos desde entonces. La mujer que apareció en Estados Unidos tenía un papel en el que decía que al momento de nacer, en Medellín, su madre biológica tenía seis hijos, que el mayor tenía 13 años y que la madre no tenía cómo sostenerlos y por eso daba a esa bebé en adopción. Lo que concluyó la familia que ocurrió es que la misma amiga que llevó a doña María Rosalba a la clínica fue la que firmó los papeles para que la niña fuera dada en adopción y posteriormente sacada del país, mientras a su madre le dijeron que había muerto.

Pero después de esa separación a la que fueron sometidas, doña María Rosalba y su familia por fin conocerán en persona este domingo 18 de septiembre a su hija. Llegará pasadas las 8 de la noche al José María Córdova, en Rionegro, junto con sus tres hijos y un hermano. Por ello, la familia pide una mano para poder ir hasta el aeropuerto a recogerlos. Alguien que pueda facilitarles un transporte en el que quepan, por lo menos, ocho personas.

Sobre cómo será el reencuentro y los días venideros no lo tienen muy claro. Por ahora los consume la ansiedad y los nervios, pero saben de sobra lo que es la ausencia de un ser querido y el valor de tener una segunda oportunidad. Adriana hace parte de Mujeres Caminando por la Verdad, una organización conformada por madres, hijas, hermanas y esposas de personas que desaparecieron en el marco del conflicto armado en la Comuna 13. En la familia de Adriana falta un sobrino cuyo paradero sigue sin conocerse.

Pero este es momento para la alegría y la expectativa. No todos los días se encuentra uno con un familiar cuya existencia incluso se desconocía. Quien tenga la posibilidad de apoyar este reencuentro con el transporte puede comunicarse con Adriana al 3126746025.