24 habitantes de calle que superaron un proceso de resocialización y recuperación física, comenzaron esta semana a trabajar como “escobitas” en labores de aseo y vinculados a la empresa Emvarias.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, celebró que estas personas cumplieran con todo un proceso de resocialización: “queremos decirles que los felicitamos, que estamos orgullosos. Que hoy vuelven a la calle pero no consumiendo drogas ni haciendo daño, sino más bien trabajando por la ciudad y manteniéndola bonita, todo lo contrario a lo que hacían antes”.
El secretario de Inclusión Social, Luis Bernardo Vélez, aseguró que este es uno de los primeros resultados que muestra la política de habitante de calle que aprobó la ciudad y que se empezó a ejecutar desde principios de año. “Hoy estamos buscando llegar a los habitantes de calle para que recuperen la confianza en la institucionalidad”, dijo.
Según Vélez, los avances ya son visibles: “tenemos más de 800 personas en los Centros Día 1 y 2, cifra que incluso excede la capacidad de los sitios”.
El funcionario reportó que en el Hospital Mental de Antioquia están siendo atendidas otras 100 personas con enfermedades siquiátricas y problemas de adicción; además de los 50 habitantes que adelantan su proceso de recuperación y capacitación en oficios en las granjas productivas inauguradas hace unos días.
“Esas granjas productivas son un modelo que comprende acompañamiento psicosocial, familiar, habilidades para empleo y producción. Ellos van a salir a mercados campesinos y otros espacios a vender lo que producen; eso reconstruye familias y les devuelve el valor de tener un proyecto de vida”,agregó.
El concejal de Medellín, Ramón Emilio Acevedo, aseguró que estos procesos de resocialización traerán, además de la recuperación de muchas vidas, seguridad para toda la ciudad. “La política de habitantes de calle aprobada el año pasado en el Concejo definió que estas personas deben pasar por etapas de desintoxicación, deshabituación, recuperación nutricional y del entorno familiar, y finalmente formación en habilidades productivas y aprestamiento laboral”, dijo.
Según Acevedo, estudios mundiales han demostrado que este tipo de procesos permiten recuperar entre 30 y 40 % de las personas intervenidas.
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