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La familia de Érica Pérez, la mujer de 37 años que desde el pasado 7 de febrero se había reportado como desaparecida, pidió a las autoridades incrementar sus esfuerzos para esclarecer los hechos que rodearon su deceso, luego de que este lunes 14 de febrero sus restos mortales fueran encontrados en el río Medellín, a la altura del municipio de Barbosa.
Calificando lo ocurrido como un suceso profundamente doloroso, Bibiana Orozco Pérez, prima de Érica, detalló que hacia el medio día de este lunes las autoridades forenses confirmaron que el cuerpo hallado en el norte del Valle de Aburrá sí correspondía al de su familiar, luego de culminar un proceso de cotejo compuesto por una prueba de ADN y una verificación de sus registros dentales.
“Nosotros vamos a seguir unidos, vamos a seguir dando la batalla para que se haga justicia”, dijo Orozco Pérez, agregando que tras una semana de búsqueda su familia espera que a través de sus pesquisas las autoridades puedan dar con los responsables.
Tal como lo había contado EL COLOMBIANO desde el pasado 11 de febrero, Erica Shirley Pérez había sido vista por última vez hacia las 11:30 de la noche en inmediaciones del barrio Villa Hermosa, en donde trabajaba como estilista.
Vistiendo una camiseta blanca, un pantalón negro y unos zapatos blancos de cuero, las últimas versiones entregadas sobre su paradero apuntaban a que había abordado un vehículo particular pedido a través de una plataforma de transporte.
No obstante, la empresa a cargo de esa plataforma había desestimado ese escenario, informando que en sus registros no aparecía un viaje en esa fecha.
Al tener su celular apagado, horas después de su desaparición su familia emprendió un proceso de búsqueda por toda la ciudad, buscando luces sobre la suerte de Pérez.
Sobre las hipótesis que manejan las autoridades, Orozco Pérez señaló que por ahora el equipo investigador ha mantenido reserva sobre los indicios del caso, buscando que las pesquisas no se entorpezcan.
Recordándola como una mujer luchadora, íntegra y alegre, Orozco señaló que su prima deja un legado de integridad y buenos recuerdos.
“Fue una muerte demasiado injusta, porque era una persona completamente inofensiva. Cualquiera puede dar fe de eso, una persona inofensiva, una mujer luchadora, una mujer que tenía demasiadas responsabilidades, un hermano y un hijo a cargo. Es imperdonable lo que le hicieron”, señaló, haciendo un llamado para que los hechos no queden en la impunidad.