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La polémica por la elección de la mesa directiva del Concejo de Medellín, que terminó con la posesión de Lucas Cañas como presidente de la corporación, sigue generando de qué hablar. En las últimas horas, el movimiento Independientes, por el que Daniel Quintero llegó a la alcaldía, informó que abrirá una investigación disciplinaria al concejal Luis Bernardo Vélez por su “alianza con el uribismo”.
Vélez se unió a la campaña de Quintero, pero, una vez llegado el alcalde al poder, comenzó a tomar distancia. El pasado 27 de octubre, Vélez hizo público su distanciamiento definitivo de la administración municipal. “Desde el año anterior venía creciendo la desconfianza hacia el gobierno de Daniel Quintero”, dijo el concejal en entrevista con EL COLOMBIANO.
En ese contexto, Vélez se reunió con siete concejales del Centro Democrático, además de los corporados Daniel Duque y Daniel Carvalho, el pasado 9 de noviembre. Los concejales se encontraron en el restaurante Chuscalito con el fin de crear una mayoría que les permitiera escoger al presidente de la corporación. El alcalde, en un trino que luego borró, increpó la presencia de Vélez en esa junta: “Lamentablemente me dicen que Luis Bernardo Vélez también hace parte del acuerdo de Chuscalito con el uribismo y la coalición de la esperanza. Les pido perdón por haber creído que era independiente”.
Lo hecho por el alcalde, que además publicó un video en el que se veían tres concejales a las afueras del restaurante, entre ellos Luis Bernardo Vélez, fue considerado como una presión indebida y un hostigamiento contra los miembros de la corporación. Según advirtieron expertos en derecho administrativo, que prefirieron reservar su identidad, la conducta del alcalde se clasificaría en una extralimitación de funciones, sobre todo teniendo en cuenta que, pese a ser presentada con suspicacia, la reunión de los concejales hace parte de sus responsabilidades y se enmarca en el funcionamiento normal del Concejo.
El movimiento Independientes, por su parte, consideró que la presencia de Vélez, más allá de la manera en que se haya hecho pública, es digna de tomar represalias. Según el comunicado de ese movimiento, la acción de Vélez fue de “espaldas a la ciudadanía”. Unos párrafos más adelante hace énfasis en la decisión que podría tomar: “Esta decisión (la de abrir la investigación disciplinaria), que comprende sanciones que van desde la suspensión hasta la expulsión, está basada en los compromisos éticos y morales que tiene el movimiento, varios incumplidos por Vélez en los últimos meses”.
Frente a la conformación de la nueva mesa directiva del Concejo, lo que generó la reacción de Independientes, Vélez dijo que es muy pronto para saber si esta se mantendrá unida como una coalición de gobierno. También agregó que los seguimientos hechos por el alcalde a los concejales deberán ser analizados, pues podría ser una extralimitación de sus funciones.
Al final, la mesa directiva quedó presidida por un conservador, Lucas Cañas, quien llegó a la corporación hace apenas un mes. Cañas es hijo del también conservador Gerardo Cañas Jiménez, exsenador y vicepresidente de ese partido. Lucas Cañas es cercano al alcalde Quintero, quien al final salió beneficiado con todo el movimiento en el Concejo.